CASO SKRIPAL, ¿LA MENTIRA QUE COLMA LA COPA?

El historiador canadiense Michael Jabara Carley resume aquí los diferentes argumentos que se manejan alrededor del «Caso Skripal» y muestra que las autoridades británicas probablemente ocultan ciertos elementos y que no han vacilado en mentir para acusar a la Federación Rusa. Es por eso que el autor establece un paralelo con un viejo escándalo inglés, extrañamente análogo al «Caso Skripal».

La primera ministra conservadora Theresa May

El 4 de marzo de 2018 fue un bonito día en el sur de Inglaterra, así que el espía ruso del MI6 Serguei Viktorovich Skripal y su hija Yulia decidieron hacer una salida juntos. Se detuvieron en un bar de Salisbury, almorzaron en un restaurante cercano y luego emprendieron un paseo por el parque, donde más tarde serían hallados exánimes sobre un banco. ¿Qué pasó? ¿Sufrieron una intoxicación provocada por algo que comieron en el almuerzo? ¿O estaba Serguei Skripal metido en algún asunto oscuro y fue víctima de desconocidos, con su hija como víctima accidental?

A las 16:15 horas, la policía recibió ese día una llamada avisando que 2 personas necesitaban ayuda urgente. Se envió de inmediato un equipo de socorristas. Serguei Skripal y su hija Yulia fueron transportados de urgencia al hospital mientras la policía local abría una investigación. Desde el primer momento, el caso parecía un intento de asesinato, pero la policía pidió paciencia señalando que pasarían probablemente meses antes de que llegara a determinarse con exactitud lo sucedido y a conocerse la identidad de posibles responsables.

Pero el gobierno conservador decidió que no hacía falta esperar por las conclusiones de la investigación. «Los rusos» habían tratado de asesinar a uno de sus ex-agentes reclutado por el MI6. Serguei Skripal había estado en la cárcel en Rusia por haber transmitido información a los británicos pero fue liberado, al cabo de 4 años de reclusión, en el marco de un intercambio de agentes con Estados Unidos. Ahora, «los rusos», según la hipótesis del gobierno conservador británico, habían procedido a un ajuste de cuentas. Menos de 24 horas después de lo sucedido en Salisbury, el ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, sugirió que el gobierno ruso era el principal sospechoso de lo que según él parecía un intento fallido de asesinar a Serguei Skripal.

Caricatura que representa al ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, en el papel del policía en busca de un culpable.

El 12 de marzo, el ministro británico de Exteriores convocó al embajador de la Federación Rusa para informarle que se había utilizado contra los Skripal un agente neurotóxico, el A-234. Acto seguido, Johnson preguntó al embajador cómo lo habían hecho [los rusos] o si habían perdido el control de su arsenal de armas químicas. El ministro dio al embajador ruso 24 horas para responder. El hecho es que el gobierno ruso no tiene arsenales de armas químicas o de agentes neurotóxicos ya que los destruyó… bajo control internacional.

Más tarde, el mismo 12 de marzo, la primera ministra británica, Theresa May, declaró en la Cámara de los Comunes que los Skripal ―ya para entonces se decía que estaban en estado de coma― habían sido envenenados con «un agente neurotóxico de tipo militar desarrollado en Rusia» llamado «novichok», término ruso que podría traducirse de varias maneras («principiante», «novicio», «recién llegado», etc.). Theresa May afirmó que se sabía que la Unión Soviética había producido esa arma química, o agente neurotóxico (también conocido como A-234) y que era por lo tanto «altamente probable» que el gobierno ruso fuese culpable del atentado contra los Skripal.

Esto fue lo que dijo la primera ministra ante la Cámara de los Comunes:
«O fue un acto directo del Estado ruso contra nuestro país, o el gobierno ruso ha perdido el control de este agente neurotóxico potencial y catastróficamente dañino, lo que habría permitido que pasara a otras manos».
Esas apresuradas acusaciones británicas recuerdan las acusaciones de 2014, cuando se alegaba una complicidad del gobierno ruso o su participación directa en el derribo del Vuelo 17 de Malaysia Airlines en Ucrania. Cuando sólo habían transcurrido unas pocas horas después del derribo del avión, Estados Unidos y sus vasallos ―incluyendo el propio Reino Unido― acusaron a Rusia de ser responsable del incidente.

El día 17 de julio de 2014 se produce una derrota estrepitosa de las fuerzas de Kiev en el Este de Ucrania. Las milicias de Nueva Rusia toman la iniciativa. El ejército ucraniano huye de las posiciones cerca de Lugansk. Justo al día siguiente, un avión se estrella y la culpa al momento es de las milicias del Este. Es un viejo truco (operación bandera falsa) que ha funcionado muchas veces.

El modus operandi de las potencias occidentales es exactamente el mismo en el caso de los Skripal. Los conservadores británicos exponen conclusiones apresuradas y dan al gobierno ruso un ultimátum de 24 horas para que demuestre su inocencia o admita su culpabilidad. ¿Cómo llegó a Londres el supuesto «novichok»? ¿Autorizó el presidente Putin este ataque? ¿Ha perdido Rusia el control de su arsenal? La primera ministra y su ministro de Exteriores simplemente declaraban culpable a Rusia, sin investigación policial objetiva, sin el debido juicio, sin presunción de inocencia. No se necesitaban pruebas. Fue «la sentencia primero y el veredicto para más tarde», como quería la reina de Alicia en el país de las maravillas.

El 13 de marzo, la embajada rusa informó al ministerio de Exteriores [británico] que la Federación Rusa no tenía absolutamente nada que ver con el incidente de Salisbury. «No responderemos a ningún ultimátum», fue la respuesta que llegó de Moscú. La elocuente portavoz del ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, caracterizó el comportamiento del gobierno británico como un «espectáculo de circo». De hecho, la respuesta que los funcionarios del ministerio británico de Exteriores tuvieron que transmitir a Boris Johnson fue que Rusia no respondería al ultimátum por tratarse de un intento deliberado de la parte británica de provocar una respuesta negativa rusa.

El ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, precisó oficialmente que «en cuanto aparecieron los primeros rumores, alimentados por los dirigentes británicos, sobre el envenenamiento, inmediatamente solicitamos acceso a esta sustancia [tóxica] para que nuestros expertos pudieran analizarla como se estipula en la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas». Luego de que el embajador británico visitara el ministerio ruso de Exteriores para recibir la respuesta formal de Rusia, la diplomacia rusa dio a conocer en Moscú un comunicado:
«El incidente [de Salisbury] parece ser otro intento retorcido de las autoridades del Reino Unido para desacreditar a Rusia. Toda amenaza de tomar medidas «punitivas» contra Rusia recibirá respuesta. La parte británica debe estar consciente de esto».
El gobierno ruso propuso que el supuesto envenenamiento de los Skripal fuese examinado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya, siguiendo los procedimientos aceptados por el Reino Unido en 1997, cuando se creó la OPAQ.

El 14 de marzo, el gobierno británico expulsó 23 diplomáticos rusos. Días después, la parte rusa expulsó 23 diplomáticos británicos y cerró las oficinas del British Council en Rusia. Al mismo tiempo, los británicos llamaban a sus aliados y a la Unión Europea a mostrar su solidaridad procediendo a la expulsión de diplomáticos rusos. Así lo hicieron 28 países, que en su mayoría se limitaron a sólo una o 2 expulsiones, en un acto puramente formal, para no desairar a los británicos. Otros países ―como Austria, Bulgaria, Grecia y Portugal― se negaron a unirse al coro. Subiendo la parada, Estados Unidos expulsó 60 diplomáticos y cerró el consulado ruso en Seattle. Los rusos le pagaron con la misma moneda, ordenando 60 expulsiones y el cierre del consulado de Estados Unidos en San Petersburgo. Aquello parecía estar en vías de convertirse en una confrontación de envergadura. La jefa del gobierno británico llegó a mencionar la posibilidad de una acción militar.

Intervino entonces el presidente Putin, declarando:
«Supongo que cualquier persona razonable se da cuenta de que todo esto es completamente absurdo y sin sentido. ¿Cómo podría alguien en Rusia darse el lujo de hacer algo así justo antes de la elección presidencial [rusa] y de la Copa Mundial de Fútbol? Es impensable».
En cualquier investigación policial, los investigadores tratan de conocer los medios utilizados, el motivo y la oportunidad. Tomando en cuenta esos elementos, ¿conduciría la pista hacia Moscú?

Este tipo de incidente funciona a veces como un globo, se infla y se infla hasta que acaba desinflándose bruscamente. El «caso» de los británicos comenzó a desmoronarse casi desde el momento mismo en que fue montado. A finales de marzo, el periódico ruso Kommersant reveló una presentación británica en Powerpoint enviada a 80 embajadas en Moscú. En esa presentación se afirmaba, entre otras cosas, que el Defence CBRN Centre había identificado la sustancia supuestamente utilizada contra los Skripal como el Novichok «desarrollado sólo por Rusia».
Logotipo del Kommersant

Un instructor del «Defence CBRN Centre» que opera un detector portátil de agentes químicos

Pero ambas afirmaciones son falsas. El 3 de abril, Porton Down hizo saber públicamente que no había podido determinar el origen de la sustancia que envenenó a los Skripal. También se supo que la fórmula que permitiría producir un llamado novichok aparece en el libro de un químico ruso disidente, Vil Mirzayanov, quien vive actualmente en Estados Unidos. Usted puede comprar ese libro (publicado en 2008), donde aparece la susodicha fórmula, en Amazon.com. De hecho, cualquier gobierno, cualquier químico, incluso cualquier estudiante de química que disponga de medios adecuados puede producir ese agente neurotóxico. El Reino Unido y Estados Unidos están entre quienes han tenido acceso a la fórmula original.

La embajada rusa en Londres señalaba en una de sus publicaciones que «ni Rusia, ni la Unión Soviética han fabricado nunca un agente neurotóxico llamado “novichok”». Ese mismo informe resalta también que:
«Aunque los científicos soviéticos trabajaron en la creación de nuevas armas químicas, la palabra “novichok” fue introducida en Occidente a mediados de los años 1990 para designar una serie de nuevos agentes químicos desarrollados allí [en Occidente] sobre la base de información proporcionada por investigadores rusos expatriados. La obsesión de los británicos por utilizar sistemáticamente el término “novichok” es un intento de vincular artificialmente esa sustancia con Rusia».
El Powerpoint británico no se limita a esos dos «errores». También menciona la «influencia maligna rusa» que incluye, entre otras cosas, la «invasión» de Georgia en 2008, la «desestabilización» de Ucrania y el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines en 2014, así como haber interferido en la elección presidencial estadounidense de 2016. Todas esas alegaciones son descaradas mentiras fácilmente desmontadas y refutadas. Los hechos citados tampoco tienen relación con el incidente de Salisbury y se mencionan sólo para «ensuciar» a la Federación Rusa. La presentación de Powerpoint de los británicos en realidad es vulgar propaganda, un lavado de cerebro tan grotesco como cualquiera de los que se vieron en tiempos de la guerra fría.

El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, y el responsable de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov


Como resaltó el ministro ruso Lavrov, el caso Skripal tendría que haber sido resuelto por la OPAQ, en La Haya. Rusia habría participado así directamente en la investigación y habría tenido acceso al supuesto veneno y a las demás «pruebas» para poder determinar lo que sucedió y quiénes lo hicieron.

Al principio, el gobierno británico se negó a dirigirse a la OPAQ, y cuando finalmente lo hizo se negó a autorizar que el gobierno ruso tuviera acceso a la sustancia que supuestamente afectó a los Skripal. Era una idea «perversa», según dijeron las autoridades británicas. Pero, en realidad no lo es. Ese es precisamente el procedimiento inscrito en los estatutos de la OPAQ, estatutos que el Reino Unido aceptó en su momento pero que ahora no quiere respetar. Cuando el representante de Rusia en la OPAQ propuso al Consejo Ejecutivo una resolución intimándolo a respetar sus propios estatutos, no pudo obtener el voto requerido para su aprobación. O sea, los británicos han tratado de utilizar la OPAQ contra la Federación Rusa.

Pero hasta ahora la maniobra no ha funcionado. El 12 de abril, la OPAQ dio a conocer un informe donde dice haber «confirmado los hallazgos del Reino Unido en cuanto a la identificación de la sustancia tóxica utilizada en Salisbury…» Pero el informe no menciona el origen de la supuesta «sustancia tóxica». La acusación británica queda, por tanto, sin base.

Lo que no entendí cuando leí el comunicado de la OPAQ es cómo podían los Skripal estar vivos aún. La OPAQ nos dice que el agente toxico utilizado contra los Skripal era «altamente puro». ¿Era un agente neurotóxico? Extrañamente, el informe de la OPAQ evita ofrecer una respuesta clara. Si fue un agente neurotóxico «altamente puro», tendría que haber actuado instantáneamente, matando a los Skripal casi de inmediato. Pero los dos siguen vivos en el momento en que escribo este trabajo. Hay algo que carece de sentido. Por supuesto, seguramente existe una explicación simple para este enredado misterio.

Tiene que haber una explicación simple. El ministro Lavrov la ofreció el 14 de abril, durante una reunión en Moscú. La sustancia utilizada contra los Skripal estaba mezclada con otra conocida como BZ, que más que matar lo que hace es incapacitar y actúa más lentamente que un agente neurotóxico de acción instantánea, que sí mata de inmediato. Estados Unidos, Reino Unido y otros países de la OTAN desarrollaron esa toxina y la pusieron en servicio, algo que nunca hizo la Unión Soviética.

También se identificaron restos de A-234 pero, según los expertos, tanta concentración de A-234 tendría que haber sido mortal. «Además», resalta la embajada de Rusia en Londres,
«considerando su alta volatilidad, la detección de esa sustancia en su estado inicial (pura y en alta concentración) resulta extremadamente sospechosa ya que las muestras se habían tomado varias semanas después del envenenamiento».
¿Pueden las autoridades británicas haber manipulado las muestras? El informe oficial de la OPAQ no aporta ningún detalle y sólo menciona un «químico tóxico». Tampoco menciona el hecho que la OPAQ entregó muestras de la sustancia a un renombrado laboratorio suizo, que rápidamente publicó esos sorprendentes resultados. Por consiguiente, los representantes de la OPAQ mintieron cuando afirmaron que los exámenes «confirmaron» la identificación británica del «químico toxico». A menos que… Porton Down tuviese conocimiento de que la sustancia utilizada contra los Skripal era una toxina del tipo BZ y lo informara a la OPAQ, o que el gobierno conservador [británico] haya mentido cuando proclamó públicamente que se trataba de un agente neurotóxico novichok.

El intento británico de manipular la OPAQ pone en tela de juicio la independencia de esa organización ya que su informe público del 12 de abril es engañoso. Dado el hecho que la toxina BZ se produce en Estados Unidos, en Reino Unido y en otros países de la OTAN, se imponen las mismas preguntas que el gobierno conservador de Londres planteó a Moscú:
―¿Cómo obtuvieron los culpables la toxina BZ?
―¿Cómo la llevaron a Salisbury?
―¿Autorizaron el MI5 o el MI6 un atentado bajo bandera falsa contra los Skripal?
―¿O lo autorizó el gabinete británico?
―¿O fue sólo la primera ministra?
―¿O han perdido las autoridades británicas el control de su arsenal?

En todo caso, todo este conjunto de pruebas no lleva a Moscú, sino más bien a Londres.

A primera vista, parece que el gobierno británico está mintiendo sobre el caso Skripal. La sospecha siempre recae en quien actúa de manera ladina, en quien se esconde tras giros retóricos maliciosos y despliega cortinas de humo en materia de retórica y de procedimientos.

Las autoridades británicas dicen ahora que tienen otras pruebas, altamente secretas, que lo explican todo, pero que, desgraciadamente, no pueden ser publicadas. Sin embargo, el gobierno británico parece haberlas «filtrado» a la prensa. The Times ha publicado una historia, sobre un laboratorio secreto ruso de fabricación de agentes neurotóxicos, cuento que se regó como pólvora en todos los medios dominantes. El Daily Mirror sacó un artículo que menciona un manual secreto de entrenamiento de asesinos. Son historias para morirse de risa. ¿Tan desesperado está el gobierno conservador? ¿Es tan crédulo el británico de a pie?

Fragmento de la «Carta de Zinoviev», un caso de «fake new» que data de… 1924


El manual secreto para asesinos me recuerda la «Carta de Zinoviev» de 1924, un documento fabricado por rusos blancos exiliados en Alemania, que supuestamente demostraba que la URSS había interferido en las elecciones británicas y que planeaba una revolución socialista. Eran los primeros tiempos de las «fake news». Las elecciones legislativas estaban previstas para octubre de 1924 y los conservadores usaron aquella carta para quitar credibilidad a los laboristas. El objetivo era explotar el miedo a los rojos y aquello funcionó de maravilla. Los conservadores consiguieron la mayoría para formar gobierno. Las autoridades soviéticas denunciaron que la carta era una falsificación y solicitaron que una tercera parte realizara una investigación independiente en busca de la verdad… como han hecho ahora los rusos. En 1924, los conservadores rechazaron ese recurso, lo cual resulta comprensible, porque tenían mucho que ocultar. Hubo que esperar 75 años para que se reconociera que «la carta de Zinoviev» era falsa.

Los conservadores [británicos] están actuando otra vez como quien tiene algo que ocultar. Ya lo hemos visto antes. ¿Habrá que esperar otra vez 75 años para saber la verdad? ¿Hay entre los policías, jueces y funcionarios, ciudadanos británicos honestos dispuestos a revelar la verdad?

Hay otra evidencia que sugiere que la narrativa británica sobre el incidente de Salisbury es falsa. La Policía Metropolitana de Londres se las ha arreglado para impedir todo contacto de los Skripal con el resto del mundo. Ya restablecida, Yulia Skripal ha sido llevada a un lugar desconocido. Hasta ahora se ha negado a las autoridades consulares rusas todo acceso a dos ciudadanos rusos, en flagrante violación de todos los acuerdos consulares aprobados por el Reino Unido.

¿Queda todavía algún acápite de las leyes internacionales que el gobierno británico siga respetando? Las autoridades británicas también han negado a la familia de Yulia Skripal en Rusia todo acceso a esta ciudadana rusa, negaron la visa británica a Viktoria, la prima de Yulia, que quiso visitarla. ¿Están los agentes británicos presionando a Yulia para que se atenga a la narración de los conservadores? ¿Está siendo Yulia manipulada como una especie de Manchurian Candidate? ¿La habrán incitado a traicionar su país a cambio de algo, de una nueva identidad en Estados Unidos, de una casa, de un BMW y de dinero? ¿Están manipulándola explotando su lealtad hacia su padre? Si nos basamos en la declaración que la Policía Metropolitana de Londres atribuye a Yulia, todo eso parece posible. ¿O será ese mensaje, que suena tan británico y oficial, simplemente una falsificación?

La embajada rusa en Londres sospecha que así es. Lo cierto es que las autoridades británicas están actuando como quien sabe que tiene algo que ocultar. Hasta políticos alemanes han criticado la prisa de los británicos por acusar a Rusia. La etapa actual es de control de daños. Después de analizar todos estos elementos, ¿puede alguien dotado de capacidades razonables de crítica creer algo de lo que los conservadores están diciendo sobre el incidente de Salisbury?

«Son mentirosos y lo saben», escribió el fallecido escritor egipcio y Premio Nobel Naguib Mahfuz. «Y nosotros sabemos que son mentirosos. Pero aún así, siguen mintiendo…» Naguib Mahfuz no estaba escribiendo sobre los británicos, pero sus palabras bien pueden aplicarse a ellos. ¿No corresponden acaso esas líneas con la actitud del actual gobierno de Londres?

Los conservadores tratan obstinadamente de mantener el control de la narrativa. Las consecuencias serían graves si llegara a descubrirse que los conservadores mintieron deliberadamente para obtener ventajas políticas, corriendo incluso el riesgo de desestabilizar Europa y haciendo peligrar hasta la paz mundial y la seguridad, descubrimiento que obligaría el gobierno conservador a dimitir y provocaría nuevas elecciones. Los electores británicos podrían decidir entonces si quieren ser gobernados por políticos conservadores chapuceros y mendaces, capaces de correr el riesgo de provocar una guerra contra la Federación Rusa.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200952.html

Líbano se opone a la conferencia Bruselas II sobre el futuro de Siria.


La segunda conferencia de Bruselas en apoyo a Siria y los países de la región, nombre del encuentro coorganizado por la Unión Europea y la ONU, terminó el 25 de abril de 2018.

En Bruselas, los países donantes expusieron públicamente un deseo de ayudar al Líbano a seguir acogiendo refugiados sirios durante el tiempo necesario para la elaboración de una solución política para Siria. Y también instaron a los países de la región que han recibido refugiados sirios a que concedan un estatus jurídico a esas personas, incluso en caso de que regresen temporalmente a su país de origen. El primer ministro libanés, Saad Hariri (musulmán sunita), pareció conforme con ese discurso.

Sin embargo, en cuanto se divulgó el comunicado final de la conferencia de Bruselas, el presidente de la República Libanesa (cristiano) y el presidente de la Asamblea Nacional (musulmán chiita) denunciaron enérgicamente el encuentro señalando que, con el pretexto de buscar para Siria una solución política ―ya encontrada en la conferencia intersiria de Sochi― los participantes en la conferencia de Bruselas en realidad quieren evitar que los refugiados sirios regresen a su país.

El presidente del Líbano, Michel Aoun, fue incluso más lejos al declarar que las potencias occidentales pretenden privar a Siria de sus habitantes y obligar al Líbano a convertirlos en libaneses.

Los libaneses estiman además que la conferencia de Bruselas es contraria a la política libanesa de «distanciamiento» que, desde la Declaración de Baabda, prohíbe al Estado libanés intervenir en el conflicto sirio.

En Europa también existen dudas sobre la insistencia de las potencias occidentales a favor de que la Unión Europea acoja a los refugiados sirios, un «derecho de asilo» que parece estar siendo desviado de su verdadera finalidad: en vez de salvar a los civiles provenientes de un país en guerra, parece más bien destinado a privar a Siria de sus habitantes.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200941.html

Estados Unidos no puede con la guerra electrónica rusa.


Al intervenir en el simposio GeoInt 2018, el 24 de abril de 2018, el general Raymond A. Thomas III, comandante en jefe del Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos (USSOCOM), reveló la envergadura de la guerra electrónica entre Estados Unidos y el «enemigo», léase Rusia.

Según el general Raymond A. Thomas III, «el enemigo» interfiere o inhibe sistemáticamente los sistemas estadounidenses de mando y control en Siria, haciendo con ello imposible la vigilancia del Pentágono en la zona de combate.

Durante el bombardeo que Estados Unidos, Francia y Reino Unido perpetraron contra Siria el 14 de abril, las fuerzas rusas «hackearon» las transmisiones GPS, desviando así varios misiles de sus objetivos. Más grave aún, los sistemas de reconocimiento amigo/enemigo dejaron de funcionar, con lo cual se hizo no sólo inútil sino incluso peligroso el uso de aviones de vigilancia.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200929.html

EL FIASCO DEL BOMBARDEO OCCIDENTAL CONTRA SIRIA.

Mientras más días pasan desde el bombardeo occidental perpetrado contra Siria el 14 de abril de 2018, más información aparece mostrando la extensión del desastre. En Estados Unidos, el Pentágono todavía logra impedir las filtraciones provenientes de los círculos militares, pero las que van llegando de Francia son devastadoras. Washington, París y Londres mostraron que pretenden seguir regentando el mundo, pero también se ha visto que ya no tienen cómo hacerlo.


Una semana después del bombardeo occidental contra Siria, aún siguen sin respuesta numerosos interrogantes sobre los objetivos de esa operación militar y sobre su realización. Los hechos demostrados que han ido saliendo a la luz contradicen las declaraciones oficiales de las potencias occidentales.

Los objetivos del bombardeo
Según la narración occidental, el bombardeo no apuntaba a derrocar la República Árabe Siria (lo que los gobiernos y medios de prensa occidentales llaman «el régimen de Bashar») sino a «castigar» el uso de armas químicas.

Sin embargo, no se ha publicado absolutamente ninguna prueba del uso de ese armamento por parte de Siria. A modo de prueba, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia publicaron por separado evaluaciones basadas en el video original grabado por los «Cascos Blancos». El problema es que ese video ha sido desmentido por los testimonios de varias personas que aparecen en él y por el personal mismo del hospital donde fue grabado.

Al contrario de lo que afirman las tres potencias occidentales que perpetraron el bombardeo, no es ilógico pensar que el verdadero objetivo era derrocar la República Árabe Siria. Esa posibilidad parece confirmarse por el hecho que varios misiles tenían como blanco el Palacio Presidencial de Damasco. Esa es también la interpretación de Rusia, que estima que el verdadero objetivo del bombardeo occidental era contrarrestar «los éxitos de las fuerzas armadas sirias en la lucha por liberar su territorio del terrorismo internacional».

La destrucción del Centro de Investigación Farmacéutica de Barzeh sigue siendo un misterio. Esa instalación no tenía absolutamente nada de secreta, incluso fue creada con ayuda de Francia. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) había inspeccionado ese centro 5 veces sin hallar allí nada vinculado a alguna investigación sobre armas químicas. Según los responsables del Centro, ese laboratorio realizaba investigaciones sobre productos contra el cáncer y se vio gravemente afectado por las sanciones occidentales. No estaba bajo custodia militar y no hubo ninguna víctima cuando fue impactado por los misiles occidentales. El bombardeo ni siquiera provocó la dispersión de agentes químicos en la atmósfera.

Esto recuerda el bombardeo estadounidense que destruyó la fábrica de Al-Shifa, en Sudán. En 1998, el presidente estadounidense Bill Clinton ordenó la destrucción de aquella instalación, orden que se concretó con el lanzamiento de 4 misiles Tomahawk, con saldo de un muerto y 10 heridos. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos afirmaban que la fábrica de Al-Shifa producía gases neurotóxicos por cuenta de Osama bin Laden. Finalmente resultó que era la principal unidad de producción de medicamentos genéricos existente en Sudán. La fábrica de Al-Shifa producía, entre otros, medicamentos contra el sida sin pagar licencia a Gilead Science, empresa que dirigían Donald Rumsfeld y George Schultz.

Fábrica de productos farmacéuticos Al-Shifa

La realización de la operación
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia anunciaron haber lanzado 105 misiles, pero las fuerzas armadas rusas contaron sólo 103. Aunque mantuvo en silencio su participación en la operación, la OTAN garantizó la coordinación entre las fuerzas de las tres potencias occidentales. Según sus estatutos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) puede actuar solamente después de haber obtenido el aval del Consejo del Atlántico Norte… pero parece que ya no es así ya que el Consejo del Atlántico Norte nunca fue consultado para iniciar los bombardeos contra Libia, en 2011, y nadie protestó por ello. La coordinación a través de la OTAN tenía como objetivo lograr que todos los misiles ―lanzados desde unidades navales desplegadas en el Mediterráneo y el Mar Rojo y desde aviones en vuelo― alcanzaran sus blancos en el mismo momento. Pero las cosas no salieron como se habían planeado: la operación occidental debía desarrollarse en media hora pero pasaron 1 hora y 36 minutos entre el lanzamiento del primer misil y el del último.

Rusia había advertido que respondería al ataque si había muertes entre sus militares. Por consiguiente, las tres potencias occidentales ordenaron a sus fuerzas poner el mayor cuidado en evitar bajas entre los militares rusos.

Las fuerzas rusas se limitaron a observar los lanzamientos de misiles y a transmitir en tiempo real las coordenadas necesarias al Ejército Árabe Sirio para que pudiera destruirlos en el aire. Cuando los sirios se vieron desbordados por la cantidad de misiles lanzados, las fuerzas rusas utilizaron su dispositivo de inhabilitación de los sistemas de mando y control de la OTAN, paralizando así el uso de la mayoría de sus lanzadores. Los franceses se vieron así por primera vez ante ese dispositivo, cuyos efectos ya habían sufrido los estadounidenses y los británicos en el Mediterráneo y el Mar Negro, así como en Kaliningrado.

Además, dos navíos rusos salieron del puerto sirio de Tartús para jugar al gato y el ratón con un submarino nuclear de ataque del Reino Unido.

Según el estado mayor ruso y su homólogo de Siria, 73 misiles fueron destruidos en vuelo, cifra que los estados mayores de Estados Unidos, Reino Unido y Francia rechazan con tono altanero. Pero todos los observadores presentes en suelo sirio, como es mi propio caso, pudieron comprobar la actividad de la defensa antiaérea y nadie ha visto los supuestos impactos de los 105 misiles occidentales anunciados.

Estados Unidos, el Reino Unido y Francia se apresuraron a declarar que los detalles de la operación eran información clasificada. Sin embargo, los foros especializados han dado a conocer todo tipo de revelaciones inverificables sobre el estruendoso fracaso de la operación occidental. Lo único que ha podido saberse con certeza es que un avión francés no logró lanzar uno de los 2 misiles que debía disparar y tuvo que dejarlo caer en el mar sin lograr que funcionara y que 2 fragatas francesas tuvieron problemas informáticos que les impidieron lanzar todos sus misiles crucero navales (MdCN), anomalías muy conocidas por todos los que han visto sus sistemas de mando y control bajo los efectos del arma rusa que inhabilita los dispositivos radioeléctricos.

La defensa antiaérea siria, ante la gran cantidad de misiles provenientes de todas partes, optó por defender prioritariamente objetivos como el Palacio Presidencial y sacrificar otros, como el Centro de Investigaciones de Barzeh. Como consecuencia del ataque, Rusia ha anunciado el envío de nuevas baterías antimisiles a Siria.

En todo caso, el bombardeo occidental contra Siria ha resultado ser el fiasco militar más grande desde la 2GM.

La retórica occidental
A la luz del Derecho Internacional, el bombardeo occidental contra Siria es indiscutiblemente ilegal: ninguno de los tres agresores había sido atacado antes por la República Árabe Siria y el ataque de estas tres potencias occidentales no contó con el aval del Consejo de Seguridad de la ONU.

Estados Unidos, Reino Unido y Francia afirmaron, claro está, que su acción militar contra Siria fue legítima, afirmación desmentida por… el servicio jurídico del Bundestag. En efecto, aún pasando por alto el carácter totalmente mítico del supuesto incidente químico de Guta, ese tipo de bombardeo no permitiría el fin de los sufrimientos de los civiles.

Francia, por su parte, no deja de repetir que su participación en esa acción militar no significa que haya entrado en guerra contra el «régimen de Bashar», declaración que Siria contradijo de inmediato devolviendo a París la Gran Cruz de la Legión de Honor otorgada al presidente Assad. La portavoz de la presidencia siria precisó que «para el presidente Asad no hay honor en portar una condecoración otorgada por un régimen lacayo de Estados Unidos que apoya a los terroristas».

Algunos autores, cercanos a la OTAN, han mencionado la «responsabilidad de proteger» (R2P) proclamada por la ONU. Pero eso tampoco corresponde a la situación de Siria ya que la R2P sólo se aplica cuando se trata de llenar el vacío de los Estados fallidos, lo cual no es el caso de la República Árabe Siria, cuyos servicios públicos siguen funcionando al cabo de 7 años de guerra.

En definitiva, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia sólo han mostrado dos cosas con esta operación: que se han puesto al margen del Derecho Internacional y que sus ejércitos ya no son lo que alguna vez fueron.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200879.html

Se caldean los ánimos entre Ankara y Washington.


Sube el tono de las declaraciones entre Turquía y Estados Unidos luego de los intentos de asesinato contra el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, entre los que se cuenta el que condujo al golpe de Estado abortado en julio de 2016.

Un pastor evangélico estadounidense, Andrew Brunson, residente en Turquía desde hace 23 años, está detenido bajo la acusación de conspirar con el PKK (el Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y con el FETO (movimiento del predicador turco Fethullah Gülen, residente en Estados Unidos). En realidad, el presidente Erdoğan ha mencionado en varias ocasiones la proposición de Ankara a Washington, «un pastor por un pastor», que consistiría en liberar al estadounidense Brunson a cambio de la extradición de Gülen a Turquía.

Al intervenir en un congreso de empresarios turcos, el 16 de abril de 2018, el presidente Erdoğan reveló que Turquía tiene intenciones de reemplazar el uso del dólar estadounidense por el oro en sus contratos internacionales, medida que Washington no ha comentado aún.

La decisión de Ankara de comprar a Moscú sistemas de defensa antiaérea S-400 también ha creado incomodidad en el seno de la OTAN, así como en Washington. 
―El 18 de abril, el asistente del secretario de Estado a cargo de Eurasia, A. Wess Mitchell, anunciaba a la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes, que la posible compra turca de sistemas antiaéreos rusos S-400 puede dar lugar a la adopción de sanciones estadounidenses contra Turquía. Pero también mencionó las consecuencias que podrían tener tales sanciones para la producción del avión de guerra estadounidense F-35, dado que algunas piezas de ese aparato se fabrican en Turquía. 
―El 19 de abril, la portavoz del Pentágono, Dana White, subrayaba que los S-400 rusos son incompatibles con el equipamiento de la OTAN y que el ejército turco no podría por tanto utilizarlos eficazmente [a no ser que salga de la OTAN].

El Consejo de Seguridad de la ONU se reúne en Suecia a puertas cerradas.


Suecia, miembro temporal del Consejo de Seguridad de la ONU, acaba de organizar en su suelo una reunión de ese órgano de las Naciones Unidas.

Una vez al año, el Consejo de Seguridad se reúne fuera de la sede de la ONU para un debate amistoso.

Esta vez, los embajadores de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad y el secretario general de la ONU se reunieron en una granja en Backåkra, en el sur de Suecia, para conversar libremente sobre Siria.

El lugar utilizado para el encuentro fue la residencia de Dag Hammarskjöld, el secretario general de la ONU (de 1953 a 1961) asesinado en 1961.

Falsificaciones «made in USA» y mentiras «made in Italy».

Presentado como una operación tripartita, el ataque de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra Siria estuvo enteramente coordinado por la OTAN. Exactamente igual que la agresión contra Iraq, iniciada hace 14 años, el bombardeo de las 3 potencias occidentales contra Siria se basó en una mentira que ya había sido desmentida oficialmente, antes de la agresión, por los inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

El bombardeo occidental contra Siria estuvo coordinado, entre bambalinas, por la OTAN. En esta imagen, el general estadounidense Curtis Scaparrotti, Comandante Supremo de la Alianza Atlántica.

Para justificar la guerra de 2003 contra Iraq, Estados Unidos acusó a ese país de poseer armas de destrucción masiva. El secretario de Estado Colin Powell presentó al Consejo de Seguridad de la ONU una serie de «pruebas», que a fin de cuentas resultaron falsas, como el propio Powell admitiría finalmente en 2016.

«Pruebas» análogas son presentadas hoy en día para justificar el ataque contra Siria realizado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia. El general Kenneth McKenzie, director del estado mayor conjunto en el Pentágono, presentó el 14 de abril un informe, acompañado de fotos satelitales, sobre el Centro de Investigación y Desarrollo de Barzeh, situado en Damasco, la capital siria. El informe definía aquella instalación como «el corazón del programa sirio de armas químicas».

Ese Centro, que constituía el principal objetivo del bombardeo occidental, fue atacado con 76 misiles crucero (57 Tomahawk lanzados desde navíos y submarinos y 19 AGM-158 JASSM, misiles crucero lanzados desde aviones). El objetivo fue destruido, según anunció el general, «haciendo retroceder en años el programa sirio de armas».

No ha sido necesario esta vez esperar 13 años para confirmar que las «pruebas» son falsas.

Un mes antes del ataque, el 13 de marzo de 2018, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) había comunicado oficialmente los resultados de su segunda inspección ―realizada en el Centro de Barzeh, en noviembre de 2017― y del análisis de las muestras recogidas muy recientemente, en febrero de 2018:
«El equipo de inspección no observó ninguna actividad contraria a las obligaciones derivadas de la Convención sobre Armas Químicas».
No es casualidad que el Centro de Barzeh haya sido bombardeado y destruido justo antes de la tercera visita de los inspectores de la OPAQ. Siria, Estado miembro de esa organización, terminó su desarme químico en 2014.

Pero Israel, que no acepta la Convención sobre las Armas Químicas, no se ha sometido a ningún control, algo que el aparato político-mediático no dice. Pero sí acusa a Siria de tener y utilizar armas químicas.

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, declaró que Italia, aunque apoya «la acción limitada y dirigida a golpear la fabricación de armas químicas», no participó en ella.

En realidad, esa acción militar se decidió y se planificó en la sede de la OTAN, como lo demuestra el hecho que el Consejo del Atlántico Norte fue convocado inmediatamente después del ataque. En esa reunión, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia «informaron a los aliados sobre la acción militar conjunta en Siria» y los aliados expresaron oficialmente «su pleno apoyo a esta acción». Gentiloni declaró además que «el apoyo logístico que aportamos sobre todo a Estados Unidos no podía de ninguna manera traducirse en el hecho que del territorio italiano partieran acciones directamente dirigidas a golpear Siria».

En realidad, el ataque contra Siria desde el Mediterráneo fue dirigido por el Mando de las Fuerzas Navales de Estados Unidos en Europa, que tiene su cuartel general en Nápoles-Capodichino [Italia], bajo las órdenes del almirante James G. Foggo III, que comanda simultáneamente la Fuerza Conjunta de la OTAN, cuyo cuartel general está en Lago Patria, en Nápoles.

La operación militar contó con el apoyo de la base aeronaval de Estados Unidos en Sigonella [Italia] y de la estación estadounidense MUOS de transmisiones navales de Niscemi (ambas en la isla italiana de Sicilia).

Como lo muestran los seguimientos de radar, los drones espías estadounidenses RQ-4 Global Hawk, que despegaron de la base de Sigonella, tuvieron un papel fundamental en el ataque contra Siria, operación que contó además con el apoyo de aviones cisterna que garantizaron el reabastecimiento en vuelo de los aviones atacantes.

Italia comparte por tanto la responsabilidad de un acto de guerra que viola las normas más elementales del derecho internacional.

No sabemos todavía cuáles serán las consecuencias de ese acto de guerra pero lo cierto es que alimenta el fuego de la guerra. Aunque Gentiloni asegure que «no puede ser el principio de una escalada».

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200792.html

Declaración Conjunta de los Patriarcas greco-ortodoxo, siriaco-ortodoxo y greco-melquita católico de Antioquía y de Todo el Oriente sobre el bombardeo contra Siria.


Dios está con nosotros. A todas las Naciones, ¡escuchad y someteos!

Nosotros los Patriarcas,

Juan X, Patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y de Todo el Oriente;

―Ignacio Efraín II, Patriarca siriaco-ortodoxo de Antioquía y de Todo el Oriente y

―José Absi, Patriarca greco-melquita católico de Antioquía, de Alejandría y de Jerusalén,

condenamos y denunciamos la agresión brutal que tuvo lugar esta mañana contra Siria, nuestro tan querido país, por parte de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, bajo alegaciones de uso de armas químicas por el gobierno sirio.

Elevamos nuestras voces para afirmar lo siguiente:

1. Esta agresión brutal constituye una violación manifiesta de las leyes internacionales y de la Carta de las Naciones Unidas ya que se trata de una agresión injustificada contra un país soberano, miembro de la ONU.

2. Sufrimos al comprobar que esos bombardeos han sido perpetrados por países poderosos a los que Siria no ha causado ningún tipo de perjuicio.

3. Las alegaciones de Estados Unidos y de otros países, según las cuales el ejército sirio usa armas químicas y Siria es un país que posee y utiliza ese tipo de armamento, son injustificadas y no se basan en pruebas suficientes y claras.

4. El calendario de esta agresión injustificada contra Siria socava el trabajo de la Comisión Investigadora internacional e independiente, que está a punto de viajar a Siria.

5. Esta agresión brutal destruye las posibilidades de alcanzar una solución pacífica y provoca una escalada de la violencia y más complicaciones.

6. Esta agresión injusta estimula las organizaciones terroristas y las impulsa a proseguir sus actos bárbaros.

7. Demandamos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que asuma su papel aportando paz en lugar de contribuir a la escalada de guerra.

8. Hacemos un llamado a todas las Iglesias de los países que participaron en el bombardeo a cumplir con sus deberes cristianos, según las enseñanzas del Evangelio, a condenar esta agresión y a que llamen sus gobiernos a comprometerse en la protección de la paz internacional.

9. Saludamos el coraje, el heroísmo y los sacrificios del Ejército Árabe Sirio, que protege Siria con valentía y garantiza la seguridad de su pueblo. Rezamos por las almas de los mártires y por el restablecimiento de los heridos. Estamos seguros de que el Ejército no se inclinará ante las agresiones terroristas externas o internas; de que seguirá luchando valientemente contra el terrorismo hasta que cada centímetro de la tierra siria sea purificado del terrorismo. Saludamos igualmente la posición valiente de los países aliados de Siria y de su pueblo.

Elevamos nuestras plegarias por la seguridad, la victoria y la liberación de Siria frente a todas las formas de guerra y de terrorismo. Rezamos igualmente por la paz en Siria y en el mundo entero y llamamos a redoblar los esfuerzos en pro de la reconciliación nacional con vista a proteger el país y a preservar la dignidad de todos los sirios.

Venganza del general francés Puga contra Asad.


El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, anunció a la Asamblea Nacional de su país el inicio de un procedimiento destinado a retirar la Legión de Honor al presidente sirio Bashar al-Asad.

El presidente Bashar al-Asad ostenta, en efecto, la Gran Cruz de la Legión de Honor ―la más alta distinción honorífica de la República Francesa― que le fue otorgada en 2001 (ver foto) por el entonces presidente de Francia Jacques Chirac, quien se presentaba en aquella época como una especie de tutor del joven presidente sirio en la escena internacional.

El procedimiento para retirar al presidente sirio la Legión de Honor, algo extremadamente poco usual, está en manos del general del ejército Benoit Puga, quien ha sido sucesivamente jefe del Comando de Operaciones Especiales (COS, siglas en francés), jefe de la Dirección de Inteligencia Militar (DRM, siglas en francés) y jefe del estado mayor particular de dos presidentes sucesivos (Nicolas Sarkozy y François Hollande).

El general Benoit Puga portando los atributos de Gran Canciller de la Legión de Honor

Utilizando este último cargo, el general Puga organizó y dirigió personalmente, desde la sede de la presidencia de Francia, a los militares franceses secretamente enviados a Siria con la misión de derrocar al presidente Asad y de restaurar en Siria «el mandato francés», según la expresión utilizada en su momento por el hoy expresidente François Hollande.

A pesar de haber cometido esos actos ilegales, el general Puga no ha sido objeto de ningún tipo de medidas de castigo sino que ha sido felicitado e incluso recompensado con el título honorífico de… Gran Canciller de la Legión de Honor. También fue admitido en la reunión del Grupo de Bilderberg en 2017.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article200832.html

Coordinación militar entre Teherán, Bagdad, Damasco y Moscú.


La aviación iraquí bombardeó posiciones del Emirato Islámico (Daesh) en Siria, el 19 de abril de 2018.

Al mismo tiempo, varios responsables vinculados a las instituciones armadas de Irán, Iraq, Siria y Rusia se reunían en Bagdad en el marco de la coordinación entre los servicios de inteligencia militar de los cuatro países.

Pifias en el bombardeo occidental contra Siria.


―Dos misiles estadounidenses lanzados durante el bombardeo occidental contra Siria no llegaron a estallar. Ambos artefactos fueron enviados a Rusia para ser analizados. La tecnología estadounidense y la de Rusia en ese tipo de armamento son radicalmente diferentes, lo cual implica que los progresos de cada una de ellas son difícilmente aplicables a la otra. Pero los ingenieros militares rusos estudiarán los misiles estadounidenses para mejorar los sistemas antimisiles rusos.

―Un Dassault Rafale francés no pudo disparar uno de los 2 misiles SCALP EG que debía lanzar contra un objetivo en Siria.

―Tres misiles crucero navales (MdCN) de fabricación francesa que las fragatas multipropósito francesas debían disparar contra Siria no funcionaron. Esos misiles de alta tecnología ―y extremadamente caros, unos 2,8 millones de euros cada uno― nunca habían sido utilizados en condiciones de combate.

Tanto el gobierno de Estados Unidos como el de Francia trataron de esconder esos problemas afirmando, el 14 de abril de 2018, que la operación conjunta contra Siria había sido un éxito total.

Desde Moscú, el ministerio ruso de Defensa reveló que más de dos terceras partes de los misiles utilizados en el ataque occidental contra Siria fueron destruidos en vuelo por la defensa antiaérea siria.

Estados Unidos y las armas químicas

El gobierno de Estados Unidos no sólo carece de la autoridad legal para una intervención militar en Siria, carece de autoridad moral. Estamos hablando del gobierno con la historia en el uso de armas químicas, y de destrucción masiva, más prolífica y mortífera contra personas inocentes

1. Los militares de Estados Unidos vertieron 20 millones de galones de productos químicos en Vietnam desde 1962-1971
Durante la guerra de Vietnam, el ejército de Estados Unidos roció 20 millones de galones de productos químicos, incluyendo el muy tóxico Agente Naranja, en los bosques y tierras de cultivo de Vietnam y los países vecinos, deliberadamente destruyeron suministros de alimentos, destruyendo la ecología de la selva y causando estragos en las vidas de cientos de miles de personas inocentes. Vietnam estima que, como resultado del ataque químico 400.000 personas fueron muertas o mutiladas, 500.000 bebés han nacido con defectos de nacimiento, y 2 millones han sufrido de cáncer u otras enfermedades. En 2012, la Cruz Roja estima que 1 millón de personas en Vietnam tiene discapacidades o problemas de salud relacionados con el Agente Naranja.

Aviones estadounidenses esparciendo el terror sobre población vietnamita


2. Israel atacó a civiles palestinos con Fósforo Blanco en 2008-2009
En 2009, varios grupos de derechos humanos, incluyendo la Cruz Roja Internacional, Amnistía Internacional y Human Rights Watch informó que el gobierno israelí estaba atacando a civiles en su país con armas químicas. Un equipo de Amnistía Internacional afirmó que encontraron «evidencia indiscutible del uso generalizado de fósforo blanco» como un arma en áreas civiles densamente pobladas. El ejército israelí negó las acusaciones al principio, pero finalmente admitió que eran verdaderas.
Después de la serie de acusaciones por parte de estas organizaciones no gubernamentales, el ejército israelí incluso golpeó a la sede de las Naciones Unidas en Gaza con un ataque químico. ¿Crees que todas estas evidencias se comparan al caso en contra de Siria?. ¿Por qué Estados Unidos no intentó bombardear Israel?


3. Washington atacó a civiles iraquíes con Fósforo Blanco en 2004
En 2004, los periodistas integrados con las fuerzas militares en Iraq comenzaron informando del uso de fósforo blanco en Faluya contra los insurgentes iraquíes. Primero los militares mintieron y dijeron que sólo estaba utilizando fósforo blanco para crear cortinas de humo o iluminar objetivos. Luego admitió el uso de las sustancias químicas volátiles como un arma incendiaria. En el momento, la televisión italiana RAI emitió un documental un documental titulado «Fallujah. La strage nascosta» incluyendo sombrías secuencias de vídeo y fotografías, así como entrevistas de testigos de los residentes de Faluya y soldados de EEUU revelando cómo el gobierno estadounidense indiscriminadamente esparció fósforo blanco en la ciudad iraquí, derritiendo mujeres y niños hasta la muerte.

4. La CIA ayudó a Sadam Husein en la masacre de iraníes y kurdos con armas químicas en 1988
Registros de la CIA ahora demuestran que Washington sabía que Sadam Husein estaba usando armas químicas (incluyendo sarín, gas mostaza y gas neurotóxico) en la guerra entre Irán e Iraq, y sin embargo continuó colaborando con los militares iraquíes, informando a Husein de los movimientos de las tropas sabiendo que utilizaría la información para usar armamento químico. Husein espoleado por sus amigos de Washington atacó incluso, a un pueblo kurdo entonces ocupado por tropas iraníes con múltiples agentes químicos, matando hasta 5.000 personas e hiriendo a otras 10.000, la mayoría de ellos civiles. Miles más murieron en los años siguientes debido a enfermedades relacionadas con los ataques.

En la imagen fechada el 20 de marzo de 1988 se observa un bebé muerto en los brazos de su padre durante el ataque químico de Sadam Husein a Halabja.

5. El ejército probó productos químicos en los pobres residentes negros de St. Louis, EE.UU. en la década de 1950
A inicios de 1950, el ejército estableció sopladores motorizados sobre edificios residenciales de bajos ingresos, en su mayoría barrios de negros en St. Louis, incluyendo áreas donde el 70% de los residentes eran niños menores de 12 años. El gobierno dijo a los residentes que estaban experimentando con una cortina de humo para proteger a la ciudad de los ataques rusos, pero en realidad estaban bombeando el aire llenándolo de cientos de kilos de sulfuro de cadmio zinc finamente pulverizado. El gobierno admitió que hubo un segundo ingrediente en el polvo químico, pero si fue o no fue ese ingrediente radiactivo permanece clasificado. Desde las pruebas, un número alarmante de los residentes de la zona ha desarrollado cáncer. En 1955, Doris Spates nació en uno de los edificios, que el ejército utilizó para llenar rociar los productos químicos desde 1953-1954. Su padre murió inexplicablemente ese mismo año, ha visto a cuatro hermanos morir de cáncer, y la misma Doris es una superviviente de cáncer de cuello uterino.

El ejército probó productos químicos en los pobres residentes negros de St. Louis, EE.UU. en la década de 1950


6. La policía lanzó Gas Lacrimógeno contra manifestantes del Occupy en 2011
La violencia salvaje de la policía contra los manifestantes del Occupy en 2011 fue bien documentada y que incluyó el uso de gases lacrimógenos y otros químicos irritantes. El gas lacrimógeno está prohibido para el uso contra soldados enemigos por la Convención sobre las Armas Químicas. ¿No pudo la policía dar a los manifestantes civiles en Oakland, California, la misma cortesía y protección que el derecho internacional exige hacia los soldados enemigos en un campo de batalla?

¿No pudo la policía dar a los manifestantes civiles en Oakland, California, la misma cortesía y protección que el derecho internacional exige hacia los soldados enemigos en un campo de batalla?

7. 1993: El FBI atacó a hombres, mujeres y niños con gas lacrimógeno en Waco 
En el infame asedio de Waco, una tranquila comunidad de adventistas del séptimo día, el FBI bombardeó con gas lacrimógeno los edificios sabiendo que mujeres y niños estaban dentro. El gas lacrimógeno altamente inflamable, provocó un incendio que envolvió a esos edificios en llamas, matando a 49 hombres y mujeres + 27 niños, incluyendo a recién nacidos.
Recordemos: atacar a un soldado enemigo armado en un campo de batalla con gas lacrimógeno es un crimen de guerra. ¿Qué tipo de delito sería lo sucedido en Waco?

La Masacre de Waco, Texas


8. Los militares de EE.UU. cubrieron Iraq de uranio empobrecido en 2003
En Iraq, el ejército estadounidense ha cubierto el ambiente con miles de toneladas de uranio empobrecido, un producto de desecho nuclear tóxico y radioactivo. Como resultado, más de la mitad de los recién nacidos en Faluya entre 2007 y 2010 sufrieron malformaciones congénitas. Algunas de estas malformaciones no se habían visto nunca en los libros de texto sobre consecuencias de la altas radiaciones nucleares en recién nacidos. El cáncer y la mortalidad infantil también han conocido un aumento exponencial en Iraq. Según Christopher Busby, secretario científico de la Comisión Europea de Riesgo de la Radiación, «estas son las armas que han destruido completamente la integridad genética de la población de Iraq». Después de dos de los cuatro informes publicados en 2012 sobre la crisis de salud en Iraq, Busby describió Faluya como, «el mayor índice de daño genético en una población jamás estudiada».

Malformaciones congénitas y cáncer, esa es la democracia que trajo Estados Unidos a Iraq

9. Los militares de Estados Unidos mataron a centenares de miles de civiles japoneses con napalm desde 1944-1945

El napalm es un gel pegajoso y altamente inflamable que se ha utilizado como arma para propagar el terror por parte del ejército estadounidense. En 1980, la ONU declaró el uso del napalm sobre población civil como un crimen de guerra. Eso es exactamente lo que perpetró el ejército estadounidense (un crimen), soltando suficiente napalm en un bombardeo sobre Tokio como para quemar hasta la muerte a 100.000 personas, herir a más de 1 millón y dejar sin hogar a otro millón en el ataque aéreo más mortífero de la 2GM.

Sin comentarios

10. Sólo el gobierno de Estados Unidos lanzó bombas nucleares sobre dos ciudades japonesas en 1945
Aunque las bombas nucleares no pueden ser consideradas armas químicas, creo que podemos estar de acuerdo que pertenecen a la misma categoría. Dichas armas ciertamente dispersan un montón de productos químicos radioactivos que resultan letales para los que sufren sus efectos. Son tan horribles como las armas químicas, si no más, y por su propia naturaleza, tienen sólo una finalidad: eliminar toda una ciudad llena de civiles. Es extraño que el único régimen que ha sido capaz de usar dos de estos horrores en otros seres humanos se haya ocupado, ―so pretexto de mantener al mundo seguro― de evitar que cualquier gobierno pueda poseer estar armas, entre ellos España. Ahora están amenazando continuamente a Corea del Norte e Irán por poseer armamento nuclear, o intentar desarrollarlo, cuando ellos tienen el mayor arsenal mundial, y además lo han usado en la zona geoestratégica de Corea.


El gobierno capaz del horror que podemos observar en la foto, es el mismo que se cree con derecho de autorizar a los demás a tener armas nucleares o no, siquiera para defenderse de ellos mismos, que insisto, han sido los únicos capaces de soltar este infierno sobre población civil además.

Fuente: http://conspiraciones1040.blogspot.com/2013/09/ataques-armas-quimicas-Estados-Unidos-gobierno.html

Rusia descubre un laboratorio clandestino en Duma (Siria).


Unidades rusas descubrieron en Duma (Siria) un laboratorio químico clandestino situado en la zona abandonada por los yijadistas que ocupaban la ciudad.

El especialista en armas químicas Alexander Rodionov explicó a Rossiya TV, el 17 de abril de 2018, que en el laboratorio clandestino de los yijadistas había precursores de armas químicas, como el thiodiglycol y la dietanolamina, que se utilizan en la fabricación de gas mostaza.

WASHINGTON IMPONE LA BIPOLARIDAD DEL MUNDO A SUS ALIADOS.

Al disparar misiles contra Siria, en una operación coordinada con sus aliados de Francia y el Reino Unido, el presidente Donald Trump impone a las potencias occidentales el fin del dominio unilateral que ejercieron sobre el mundo. El resultado insignificante de esta demostración de fuerza obliga a la OTAN a mirar frente a frente la dura realidad. Sin haber disparado un tiro, Rusia toma el lugar que antes ocupó la Unión Soviética en el equilibrio del mundo.


Durante las últimas semanas y por primera vez en la historia de ambos países, Estados Unidos y Rusia se amenazaron mutuamente con una nueva guerra mundial. El carácter totalmente desproporcionado de la crisis en relación con el tema de la disputa muestra que lo que hoy está en juego ya no tiene mucho que ver con lo que sucede en el Medio Oriente ampliado desde el año 2001 y que es exclusivamente un intento de mantener el actual Orden Mundial.

Después de la gigantesca masacre que ha costado millones de vidas en 17 años, desde Afganistán hasta Libia, las potencias occidentales se horrorizan con la muerte de unas 50 personas en la Guta Oriental, a las puertas de la capital siria. Y es ese el pretexto que Washington, París y Londres invocaron para desatar la agresión tripartita perpetrada contra Siria el 14 de abril.

No debemos dejarnos distraer par las circunstancias sino concentrarnos en el fondo del problema: las potencias occidentales tratan de mantener su dominación sobre el resto del mundo mientras que Rusia y China se emancipan de esa dominación.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no vaciló en espetarle a Rusia ―en su cuenta de Twitter― que iba a lanzar sus misiles de nueva generación contra sus soldados en Siria. El embajador ruso en Beirut, Alexander Zasypkin, respondió inmediatamente que esos misiles serían derribados y que, además, los aviones y navíos que los lanzaran serían destruidos. El primer ministro de Turquía, Binali Yıldırım, expresó su asombro ante estas bravatas callejeras y lanzó un llamado a la cordura. A partir de ese momento, todos los actores comenzaron a dar marcha atrás.

El grupo naval encabezado por el portaaviones USS Harry S. Truman zarpó de su base en Norfolk, aparentemente para posicionarse frente a Siria. Pero necesitará varias semanas para desplegarse en esa zona. Habrá que ver si la cuestión del enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia, o sea del inicio de la 3GM, vuelve a plantearse en ese momento.

Es evidente que la preparación de esa fuerza naval y de sus 6.500 efectivos comenzó mucho antes del asunto de la Guta, utilizado como pretexto para su despliegue.

La cuestión es entonces saber si, al desatar una lluvia de misiles sobre unos cuantos edificios abandonados, Washington y sus aliados han pospuesto el enfrentamiento para posicionarse mejor o si, por el contrario, han renunciado a la prueba de fuerza y se preparan para otra forma de conflicto.

El balance militar del bombardeo del 14 de abril es, cuando menos, sorprendente. Las tres potencias occidentales lanzaron 103 misiles, 71 fueron destruidos en vuelo por la defensa antiaérea de Siria, un laboratorio militar ―que ya estaba desmantelado― fue arrasado y en 2 aeródromos algunas instalaciones se vieron afectadas. Todo ese diluvio de fuego dejó no más de 3 heridos y ningún muerto. Si Donald Trump, Emmanuel Macron y Theresa May querían hacer una demostración de fuerza, lo único que lograron fue poner en evidencia su impotencia.

Visto desde Damasco, el mensaje era claro: Siria está liberándose de los yijadistas, pero eso no le garantizará la paz y no podrá contar con ayuda occidental para su reconstrucción.

Las potencias occidentales afirmaron que Siria conservaba armas químicas a pesar de su adhesión a la Convención que las prohíbe. Afirmaron que sólo apuntarían a objetivos vinculados a esas armas. Pero, por ejemplo, lanzaron 4 misiles contra el aeropuerto comercial internacional de Damasco, un blanco exclusivamente civil. Felizmente, la defensa antiaérea siria logró interceptar esos 4 misiles.

En total, el Ejército Árabe Sirio ―que sólo disponía de S-125, de S-200, de Buk, de Kvadrat y de Osa como medios antiaéreos― logró derribar, sin ayuda de nadie, dos tercios de los misiles occidentales. En definitiva, muy a su pesar, las potencias occidentales acaban de librar la primera batalla de su historia en la que no han matado a nadie. Francia, que por primera vez utilizó en situación de combate su nuevo misil crucero naval, no logró un éxito capaz de atraer a los posibles clientes.

Es cierto que las tres potencias occidentales que participaron en este bombardeo contra Siria se impusieron ciertos límites. Tuvieron mucho cuidado en no tocar objetivos rusos ni iraníes y tanto Rusia como Irán se mantuvieron al margen de la batalla. Pero no es menos cierto que las impresionantes fuerzas armadas de Occidente ya no cuentan con la capacidad necesaria para imponer su voluntad a las potencias medias cuando estas cuentan con la protección de Rusia.

Todos han entendido que, en adelante: 
―Estados Unidos y Rusia ―como antes lo hicieron Estados Unidos y la URSS― evitarán todo enfrentamiento directo en aras de prevenir la guerra nuclear; 
―y que las potencias occidentales ya no «lesionarán» significativamente a las potencias medias aliadas de Rusia. 
―La única forma de superioridad militar de Washington, Londres y París reside ahora en su capacidad de manipular grupos armados y de utilizarlos como «pantalla» en sus guerras a través de intermediarios.

Al arrastrar en su estela a Francia y al Reino Unido, el presidente Donald Trump los ha obligado a aceptar la realidad que hasta ahora rechazaban.

El gran show de la madrugada del 14 de abril de 2018 sólo fue una manera de salvar las apariencias. Luego de un cuarto de siglo de dominación occidental unilateral, las tres principales potencias militares que bombardearon Siria acaban de perder su posición predominante. El mundo ha regresado a una situación bipolar de guerra fría, cuyas reglas del juego están por definir. Así que la 3GM tendrá que esperar.