Confusión entre diplomáticos y militares en la Conferencia de Seguridad de Munich...

Organizada por los alemanes, la Conferencia de Seguridad de Munich se ha convertido en un foro mundial de ministros de Exteriores y de Defensa. Este año cada uno de ellos pretendía anticipar la evolución política del momento mientras que los organizadores trataban de hacer progresar su propia causa: el rearme alemán. Finalmente, las posiciones de unos y otros quedaron clarificadas pero quedó en suspenso la cuestión de las nuevas reglas del juego.

La Conferencia de Seguridad de Munich se ha convertido con el tiempo en el encuentro internacional más importante del mundo sobre temas de seguridad. Creada en el contexto de la guerra fría y por iniciativa de un miembro ultraconservador de la nobleza alemana y héroe de la resistencia contra el nazismo, Ewald-Heinrich von Kleist-Schmenzin, la Conferencia de Seguridad de Munich siempre ha tenido un lado atlantista y anticomunista. Pero no por ello deja de ser un evento alemán y no una iniciativa estadounidense.

Von Kleist con Franz Josef Jung en 2009

Fundada en 1963, esta conferencia reunía entonces a unas 60 personalidades. En ella participaron Henry Kissinger, que en aquella época era sólo espía y autor de trabajos universitarios, y Helmut Schmidt, por entonces simple diputado federal. A partir de 2009, bajo el empuje de su nuevo presidente, el diplomático Wolfgang Ischinger, la Conferencia de Seguridad de Munich deja de ser un seminario estratégico germano-estadounidense, o incluso un foro europeo, para transformarse en un evento mundial en materia de relaciones internacionales y defensa.

La Conferencia de Seguridad de Munich de 2018
La cita de 2018 reunió a 682 altas personalidades, entre las que había una treintena de jefes de Estado y/o de gobierno, unos 40 ministros de Relaciones Exteriores, alrededor de otros 40 ministros de Defensa y casi todos los jefes de los servicios secretos occidentales, sin entrar a mencionar los directores de think-tanks y de «ONGs humanitarias» de países de la OTAN y periodistas encargados de imponer el pensamiento políticamente correcto. Desde hace 3 años una cumbre de servicios secretos se realiza con toda discreción al margen de la Conferencia.

El muy alto nivel, realmente sin precedente, de este encuentro responde al desorden internacional que caracteriza el momento actual. Todos ven que el sistema unipolar que Estados Unidos impuso a partir de 1995 ha dejado de existir. Pero nadie sabe bien lo que viene detrás.

De la Conferencia de este año, la prensa sólo ha mencionado el infantil espectáculo de Benyamin Netanyahu y frases dispersas de este o aquel. Lo importante, como siempre, está en otra parte.

¿Ya es posible la reafirmación del poderío militar alemán?
La potencia que invitaba, que no es la Alemania Federal sino ciertos alemanes a título privado, esperaba utilizar a los participantes para obtener progresos hacia sus propios objetivos. Un documento distribuido a la entrada mostraba dos artículos de cabecera. El de la izquierda, firmado por el ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, incluye la siguiente frase:
«No es imprudente, ni antiestadounidense, imaginar una Europa sin Estados Unidos».
Sigmar Gabriel es, desde el 17 de diciembre de 2013, miembro del gobierno alemán en el marco de la «gran coalición» entre el SPD y la CDU, con Angela Merkel a la cabeza, con el cargo de vicecanciller y Ministro de Asuntos Exteriores.

El artículo de la derecha, redactado por la jurista Constanze Stelzenmüller, analiza las divergencias entre el presidente estadounidense Donald Trump y sus principales consejeros para concluir con una advertencia sobre sus posibles consecuencias.

Justo antes de que Berlín se viera paralizado por la ausencia de mayoría parlamentaria, el gobierno federal alemán reflexionaba sobre la posibilidad de invertir masivamente en su ejército y tomar el control del conjunto de los ejércitos europeos, incluyendo el de Francia. El objetivo es utilizar la Unión Europea, en momentos en que Estados Unidos está en crisis, para extender al plano político el poderío económico alemán.

Pero, ¿cómo arreglárselas sin el poderoso ejército británico después del Brexit? ¿Cómo controlar la fuerza nuclear de Francia? ¿Qué margen de maniobra está dispuesto Estados Unidos a conceder a Alemania?

La primera ministro británica, Theresa May, respondió que, en lo que a ella concierne, el Reino Unido pretende negociar con la Unión Europea un Tratado de Defensa, después de salir de ella, lo cual remite a Alemania a la visión de Winston Churchill sobre ese conjunto de países. La Unión Europea debe mantener la estabilidad en la parte oeste de Europa y Londres siempre será para ella un aliado sólido, pero será el gobierno de Su Majestad quien determinará los objetivos comunes y está fuera de discusión que estos se decidan en Berlín, ni en París.

El primer ministro francés, Edouard Philippe, cantó loas a la «Europa de la defensa» y afirmó que Francia dedicaría al sector militar un 2% de su PIB en 2025. Capitalizando la excelente comunicación del presidente Emmanuel Macron, el primer ministro francés manifestó su apoyo a las ambiciones alemanas, absteniéndose al mismo tiempo de responder a la cuestión concreta de la fuerza nuclear francesa. Conclusión: nada nuevo en ese sentido, el presidente francés y su primer ministro se alegran del nuevo mecanismo de concertación europea en materia de industria militar (PESCO, siglas en inglés de la Cooperación Permanente Estructurada) pero no han firmado compromisos concretos con nadie, exceptuando a Londres.

La enorme delegación estadounidense se comportó como se preveía en el documento preparatorio: Washington confiere mucha importancia a sus aliados para fortalecer su credibilidad. Lo que equivale a decir que la reafirmación del poderío militar alemán sólo será posible manteniéndole al cuello la correa que permita que el Pentágono lo controle.

Ucrania y Crimea
A pesar de que Alemania votó las sanciones europeas contra Rusia, los miembros de la Conferencia de Seguridad de Munich no cuestionan el regreso de Crimea a la Federación Rusa. Y no se basan en el ejemplo de la reunificación alemana —que se concretó en detrimento de otro Estado— sino en su propia iniciativa de reconocer la independencia de Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina en contra de la voluntad de la Federación Yugoslava —la actual Serbia. Ellos analizan la crisis ucraniana en términos de tectónica de placas. Para ellos, las fuerzas que allí se enfrentaron durante 20 años llegaron a ese divorcio. Partiendo de ese principio, la cuestión de Donbás se ve como la delimitación de las placas. La respuesta no es la misma según la perspectiva de la Historia que se adopte, a largo o a corto plazo.

En todo caso, la Conferencia de Seguridad de Munich ve en los Protocolos de Minsk la única solución de paz. Pero no los interpreta de la misma manera que Moscú, por ser esos acuerdos extremadamente imprecisos.

La proposición del presidente ruso Vladimir Putin de desplegar en la región de Donbás una fuerza de estabilización de la ONU sorprendió a los alemanes. Estos últimos interpretan esa proposición como el despliegue de una fuerza encargada de hacer que se respete el orden de Kiev y, por tanto, de desarmar a las milicias de Donbás mientras que el gobierno ucraniano podría, por su parte, prepararse para un nuevo enfrentamiento. Por supuesto, ese no es el punto de vista ruso.

Había en Munich una decena de personalidades ucranianas: el presidente Petro Porochenko y sus aliados, como su ministro de Exteriores Pavló Klimkin (ex-embajador en Berlín) y el alcalde de Kiev Vitali Klichkó (ex-campeón de boxeo y «héroe» de Maidan). También estaban líderes económicos como Natalie Yaresko (ex-empleada del Departamento de Estado estadounidense que Washington impuso a Ucrania como ministra de Finanzas), el dueño de Naftogaz Andrei Koboliev y los oligarcas Viktor Pinchuk y Serguei Taruta. Pero los organizadores de la Conferencia no confían mucho en el actual régimen de Kiev, así que también invitaron a Yulia Timoshenko, a los diputados Mustafá Nayyem (el hombre que desató el movimiento de Maidan) y Svetlana Zalishuk (de la National Endowment for Democracy, o sea la célebre y muy estadounidense NED).

Pavló Klimkin, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania

En una sala aparte, fuera de las miradas, los representantes de Francia, Alemania, la Unión Europea y Rusia se reunieron con los de Ucrania. No se registró ningún progreso, sobre todo en cuanto a la idea de desplegar cascos azules.

El Medio Oriente, como lo ve Berlín
Alemania se implicó considerablemente en el proyecto de Estados Unidos sobre el Medio Oriente —la estrategia de destrucción de las sociedades y Estados trazada por el almirante estadounidense Arthur Cebrowski— pero participó poco en el proyecto de las «primaveras árabes» de Estados Unidos y el Reino Unido. Desde los tiempos de la guerra fría, Alemania alberga y respalda varios cuarteles generales de la Hermandad Musulmana, como el de la rama siria en Aquisgrán.

Alemania participó en el asesinato del ex-primer ministro libanés Rafiq Hariri. Codirigió, en 2012, el plan Feltman de capitulación total e incondicional de Siria. Volker Perthes, director de la Stiftung Wissenschaft und Politik, el think-tank estatal de Alemania, es actualmente consejero del estadounidense Jeffrey Feltman, numero 2 en la jerarquía de la ONU y autor del plan antisirio.

Hace años que los documentos internos del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) son sólo copias de las notas que Volker Perthes redacta para el gobierno alemán.

Por supuesto, Volker Perthes estaba en Munich en compañía de Jeffrey Feltman y sus demás amigos, Lajdar Brahimi, Ramzi Ramzi, Staffan de Mistura, los generales estadounidenses David Petraeus (el fondo de inversiones KKR, donde actualmente trabaja Petraeus, estaba representado también por Christian Ollig) y John Allen (que ahora trabaja para la Brookings Institution), así como Nasser al-Hariri, presidente de la Alta Autoridad para las Negociaciones (entidad de la oposición siria a sueldo de Arabia Saudita), Raed al-Saleh (director de los White Helmets de al-Qaeda) y sus patrocinadores qataríes, como el emir Tamim.

Brahimi también es miembro de The Elders; un grupo de líderes mundiales que trabajan por la paz mundial, de la Comisión para el Empoderamiento Jurídico de los Pobres; la primera iniciativa mundial centrada en tratar la exclusión y la pobreza, y de la Fundación para el Liderazgo Global, una organización que trabaja para promover los buenos gobiernos en todo el mundo.

En un documento preparatorio de la Conferencia, Volker Perthes asegura que el equilibrio político del Medio Oriente acaba de cambiar. Pero Perthes no razona en función de lo que puede verse sino de lo que él quiere. Afirma que el gobierno sirio está exhausto debido a la guerra, cuando en realidad Damasco acaba de tender astutamente una trampa a los israelíes y de derribarles un avión de guerra. Perthes evalúa la rivalidad entre Arabia Saudita e Irán creyendo que Riad está en posición de fuerza, cuando en realidad la respuesta al relativamente reciente golpe palaciego saudita está organizándose desde el extranjero. Perthes se imagina que Emiratos Árabes Unidos ayudará a Arabia Saudita en contra de Teherán, cuando en realidad Emiratos Árabes Unidos acaba de imponer a Riad la división de Yemen y Dubai está enriqueciéndose como vía de evasión del embargo contra Irán.

Los errores de juicio de Volker Perthes se prolongan con los errores —voluntarios— de los jefes de los servicios de inteligencia de Alemania (el BND de Bruno Kahl), Reino Unido (el MI6 de Alex Younger) y Francia (la DGSE, encabezada por Bernard Emié), quienes explicaron, a un público cuidadosamente seleccionado por su credulidad y reunido ¡también! en una sala aparte, sus inquietudes sobre la operación militar turca en Siria. Los tres jefes de estos servicios de inteligencia fingieron creer que los combatientes de las YPG kurdas son la mejor opción para protegerse del Emirato Islámico (Daesh), cuando en realidad esos elementos de las YPG estaban llamados a formar parte, junto a yijadistas tránsfugas de Daesh, de la anunciada Fuerza de Seguridad de la Frontera. Tampoco dijeron, aunque no pueden ignorarlo, que esta semana varios oficiales yijadistas fueron arrestados por el Ejército Árabe Sirio (las fuerzas regulares de la República Árabe Siria) cuando iban camino a Efrin… entre las filas de combatientes kurdos. Por supuesto, el trabajo de estos dirigentes del espionaje occidental es saber a quién tienen que decirle la verdad y a quién pueden mentirle. Siguiendo esa misma línea, también dieron a entender nuevamente que las fuerzas del gobierno sirio usan armas químicas. Claro, no estaba presente en la sala el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, quien declaró hace sólo días que no existen pruebas de lo que ellos volvieron a insinuar.

En todo caso, antes de rearmarse masivamente, Alemania tendrá que poner más cuidado al escoger sus analistas en materia de política exterior.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article199762.html

EL GENERAL MATTIS DESMIENTE LAS «FALSAS NOTICIAS» DE ISRAEL Y LA OTAN.

Hace ya años que la prensa atlantista nos repite incansablemente que el presidente sirio «Asad-usa-armas-químicas-contra-su-propio-pueblo». Pero, a la luz de lo que declaró el secretario de Defensa estadounidense James Mattis, todo eso son falsas noticias. Al igual que las «armas de destrucción masiva» de Sadam Husein, esta historia, que inunda las columnas de los periódicos desde hace 5 años, es pura propaganda de guerra.

Mattis visitando a unos soldados

Esta declaración tendría que haber ocupado la primera plana en todos los diarios occidentales. Pero sólo ha aparecido en la revista Newsweek. El 2 de febrero de 2018, durante su encuentro con la prensa, el general James Mattis, secretario de Defensa de Estados Unidos, declaró que, aunque él «pensaba» que Damasco ha usado armas químicas contra su propio pueblo, nadie en el Pentágono tiene prueba alguna de que tal cosa haya sucedido.

La anécdota es interesante. El periodista, que conoce personalmente al general Mattis, lo ha oído expresar —off the record— (o sea, en privado) su aversión hacia el mito de las armas químicas sirias. Y le ofrece la posibilidad de repetir eso… en público. Veamos la transcripción, publicada con cierto retraso, de este encuentro.
Pregunta: ¿Hay pruebas de que se hayan utilizado armas con cloro, pruebas de armas con cloro?
Jim Mattis: Yo pienso que sí.
 
Pregunta: No, yo sé, lo he oído a usted.
Jim Mattis: Yo pienso que han sido utilizadas en varias ocasiones. Y es, como usted sabe, una categoría algo diferente. Es por eso que he descartado el sarín, como algo diferente… sí.
 
Pregunta: Entonces, hay pruebas creíbles de que el sarín y el cloro…
Jim Mattis: No, no tengo pruebas, no específicamente. No tengo pruebas. Lo que estoy diciendo es que otros grupos en el terreno, ONGs, combatientes en el terreno, han dicho que el sarín ha sido utilizado. Así que estamos buscando pruebas. No tengo prueba alguna, ni creíble, ni no creíble.
 
Fuente: «Media Availability by Secretary Mattis at the Pentagon», Press Secretary, Departement of Defence, 2 de febrero de 2018.

Al principio de la guerra, la República Árabe Siria solicitó a la ONU que investigara en el terreno sobre el uso de armas químicas por parte de los yijadistas. Los inspectores no encontraron nada sólido. Pero en agosto de 2013, los países que respaldaban el proyecto de la Hermandad Musulmana revirtieron la acusación y afirmaron, basándose solamente en una información de la Unidad 8200 del Mosad (el órgano israelí de inteligencia y operaciones especiales), que el Ejército Árabe Sirio acaba de masacrar 1.500 civiles en Guta con una mezcla de gases que incluía el sarín.

Como garante de la buena fe de Siria, la Federación Rusa propuso entonces la adhesión de ese país a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. Moscú y Washington llevaron a cabo juntos todo el proceso de destrucción del armamento químico sirio, incluyendo la destrucción de los agentes precursores, o sea de las sustancias necesarias para fabricar armas químicas.

Pero eso no puso fin a las acusaciones sobre el uso de armas químicas. A pesar de que el Pentágono supervisó directamente la destrucción del armamento químico de Siria, la prensa atlantista seguía afirmando que el Ejército Árabe Sirio estaba utilizando ese tipo de armas. Varios medios, como el anglosajón Bellingcat (cuyo director es empleado del Atlantic Council) y el diario francés Le Monde son fieles divulgadores de esa fake-new.

Para tratar de acabar con ese rumor, la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) crearon un mecanismo investigador conjunto. Después de recopilar gran cantidad de datos, desde Nueva York y Viena, esa instancia se negó a verificarlos en el terreno —ni siquiera aceptó recoger muestras in situ. Mientras tanto, los debates subían de tono en el Consejo de Seguridad, donde todos podían observar la evidente influencia del número 2 de la jerarquía de la ONU, el neoconservador estadounidense Jeffrey Feltman, sobre la embajadora de Estados Unidos, Nikki Haley. Finalmente, Rusia tuvo que emitir 5 vetos ante las mentiras occidentales sobre ese tema.

En el momento del supuesto ataque químico de Jan Sheijun, Estados Unidos aseguró con todo aplomo que tenía pruebas de que el gobierno sirio era el responsable —pruebas que, según lo que acaba de declarar el general Mattis, nunca existieron— y, como represalia, bombardeó la base aérea siria de Cheyrat.

El secretario de Defensa Robert McNamara reconoció hace tiempo que Estados Unidos mintió para justificar su guerra de agresión contra Vietnam. Colin Powell, secretario de Estado bajo la administración de George W. Bush, confesó haber mentido al Consejo de Seguridad de la ONU para justificar la invasión contra Irak, etc. Pero las confesiones siempre vienen después de haber hecho correr ríos de sangre y cuando los que confiesan ya no están los cargos que los pusieron en posición de hacer lo que hicieron. Y a nadie ha tenido que rendir cuentas ante la justicia.

El incidente del golfo de Tonkín fue una operación de falsa bandera organizada por los servicios secretos de los Estados Unidos, para usarla como pretexto en su participación en la guerra de Vietnam; en esta se simuló un falso ataque de fuerzas pertenecientes a Vietnam del Norte contra barcos de la Armada de Estados Unidos en el Sudeste Asiático, que habían penetrado en aguas que Estados Unidos reclamaba como internacionales, pero que Vietnam reclamaba como nacionales. Se presentaron vídeos como pruebas de dichos ataques y esto le sirvió de pretexto al presidente Lyndon B. Johnson para solicitar al Congreso una gran ampliación de las misiones militares que realizaban los soldados destinados como asesores militares en Vietnam, y con ello, el comienzo de la intervención masiva de los Estados Unidos en dicha guerra pasando de 60.000 soldados que ya operaban en Vietnam a 500.000 en los momentos de mayor intensidad del conflicto. Documentos desclasificados demuestran que efectivamente el incidente nunca ocurrió y que la inteligencia estadounidense falsificó datos para justificar la posterior intervención.

Al igual que en el derecho comercial estadounidense, los dirigentes de Estados Unidos pueden declararse en quiebra, no pagar sus deudas y volver tranquilamente a los negocios como si nada hubiese sucedido.

Por primera vez, un secretario de Defensa en funciones ha refutado las actuales mentiras de Israel, de su propia administración y de la OTAN. A pesar de que Mattis tuvo la precaución de precisar que él estaba personalmente convencido de la culpabilidad de Siria, su declaración refuta las justificaciones de los bombardeos israelíes contra Siria, que supuestamente tenían como objetivo la destrucción de armas químicas.

La declaración de Mattis desmiente también al secretario de Estado Rex Tillerson y a la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley. Y suena además como una advertencia para los 23 ministros de Exteriores que, el 23 de enero, nuevamente acusaron a Siria de haber utilizado armas químicas y que además se pronunciaron por la «democracia» en el Levante… a condición de que Bashar al-Asad no pueda presentarse nuevamente a una elección presidencial y ganarla.

EL CHIHUAHUA COMO ESPECIE ÚNICA E INTRANSFERIBLE...

Cuando este animal menudo, llegó a casa en brazos de mi esposa, y lo vi moverse por el piso pensé que era lo más feo que había visto en toda mi vida. Con esos ojos saltones, esas orejas enormes, y tan enana… Pero, conforme pasaban los días, y se iba ganando un lugar en nuestra pequeña familia, cambié radicalmente de opinión. Y aprendí a quererla, y ahora la veo como la «niña» más guapa del mundo.


Yo había tenido perros antes, el último un yorkshire precioso, pero ser «papá» de una chihuahua es una experiencia absolutamente distinta. Ellos se hacen literalmente dueños de tu corazón, dueños de tu casa, y hasta dueños de tu vida. Ningún animal antes me había dado tanto amor, tanta devoción, pero eso sí, son muy exigentes, y al mismo tiempo inteligentes, y saben muy bien cómo hacer valer sus «derechos» en la familia. Para colmo esta «pulga», resulta que aprendió a «cantar» con sus aullidos y ladridos. Y hace las delicias de todo aquel que la oye, claro.

Cuando cumplió dos añitos, su «mamá» decidió que debía tener una camada, porque es mejor para una perra, al menos, haber parido una vez. Desde luego, seguimos el embarazo como si ella fuera algo más que un animal. E incluso días antes del parto, nos dio un buen susto, sobre todo a mí, porque se le quedó un pequeño hueso de esos blandos atascado en la garganta, y aunque parece que consiguió tragarlo, le debió raspar el esófago y no paraba de toser y parecía que quería vomitar el hueso. Tuvimos que llevarla a urgencias, y allá solucionaron el problema, y por fin pudimos respirar... Y llegó la noche del parto, el primer cachorrito nació muerto, apenas si podía respirar, y decidimos llamar a su veterinaria, que estuvo toda la noche con nosotros. A partir de ahí, todo fue bien, y parió un macho y una hembra diminutos. La idea era vender al «nene», puesto que la hembra se la llevaba el dueño del perrito que embarazó a mi «reina», pero nos pilló en lo peor de la crisis, y nadie parecía interesado en pagar ese dinero por Rex Borbón. Por cierto, la niña se llama Julia Roberts… 
Le cogimos tanto cariño que al final se quedó en la familia. 

No os hablé de Kroshka un gato europeo común que llegó a casa entre los dos chihuahuas. Así que, con Rex ya éramos una familia numerosa, una familia feliz. Rex me dio la oportunidad de aprender aún más sobre chihuahuas, y era la versión «masculina» de la «película». Ciertamente son algo distintos, pero básicamente fue una confirmación de lo que significaba la «niña». Más amor, más devoción y más «exigencias». Ahora, si el gato es el rey de la casa, ellos, los chihuahuas, son los dueños de todo, y hay que darles su lugar en el sofá, en la cama, y sobre todo en la mesa. «Si algo de lo que comáis es bueno, también es nuestro, dicen…»

LA ILUSIÓN DE QUE DAESH ESTÁ ACABADO

La caída del Califato y la dispersión de los yijadistas del Emirato Islámico han iniciado un periodo de reciclaje de estos terroristas. Considerados, según los casos, fanáticos o simples psicópatas adscritos a una ideología, estos individuos son ahora cortejados por los países y transnacionales que ya fueron indirectamente sus empleadores. Este artículo describe el panorama que se presenta a los terroristas en esta «segunda oportunidad» y lanza una importante advertencia sobre la complacencia de las potencias occidentales ante la ideología de Daesh, que es la ideología de la Hermandad Musulmana.


Con la caída del Emirato Islámico (Daesh), los dirigentes del mundo entero se plantean ahora una serie de interrogantes sobre la reconstrucción de Iraq y de Siria. Pero hay en suspenso otras cuestiones mucho más difíciles, de las que no se plantean en público.

Al término de toda guerra de carácter ideológico, como las guerras de religión europeas del siglo XVI o la 2GM en el siglo XX, se plantea la cuestión del futuro de los soldados vencidos. Muchos de ellos han perpetrado crímenes atroces y no parece entonces posible reintegrarlos a las sociedades victoriosas.

Después de haber perdido sucesivamente la ciudad iraquí de Mosul y las ciudades sirias de Raqqa, Deir es-Zor y Abu Kamal, el Califato ya no controla territorios. El fin del «Estado Islámico», otra de las denominaciones que Daesh recibió en Occidente, es consecuencia del abandono —por parte de Estados Unidos— del proyecto de «Sunistán» que debía bloquear la Ruta de la Seda en Iraq y en Siria (se trata del plan publicado en 2013 por Robin Wright, que fue cancelado por el presidente Donald Trump en mayo de 2017). En definitiva, los yijadistas fueron derrotados por los ejércitos de Iraq y Siria.

Entrada a Abu Kamal desde la ciudad de Al-Salihiyah

Durante 3 años, la coalición anti-Daesh encabezada por Estados Unidos alternó sus bombardeos aéreos ineficaces con lanzamientos en paracaídas de cargamentos de armas que «por error» terminaban en manos de los yijadistas, práctica ampliamente demostrada y denunciada por el Parlamento iraquí. Esa coalición sólo tuvo un papel decisivo en la batalla de Mosul, donde trató de exterminar a los yijadistas arrasando por completo la ciudad.

En 2015, el Califato disponía de unos 240.000 combatientes: 
—40.000 yijadistas, miembros de Daesh; 
—80.000 miembros de la Orden de los Naqchbandis, exsoldados del ejército iraquí licenciados por Paul Bremer desde el inicio de la ocupación de Iraq por la coalición creada por Estados Unidos para invadir ese país; 
—120.000 miembros de las tribus sunitas del oeste de Iraq, descendientes de combatientes yemenitas.

No hay cómo determinar actualmente cuántos de esos elementos murieron en combate ni cuántos nuevos yijadistas fueron trasladados al teatro de operaciones durante la guerra. A pesar de lo que dicen diferentes actores, lo cierto es que no se sabe cuántos son actualmente y que la única referencia existente son las cifras anteriores.

Si bien los 200.000 iraquíes que se habían unido a Daesh se han fundido nuevamente con la población sunita iraquí, cabe preguntarse ¿qué hacer con los 40.000 criminales ya experimentados y curtidos que son los yijadistas extranjeros?

Combatir el Califato
A modo de comparación, al final de la 2GM, la Wehrmacht (las fuerzas armadas de la Alemania nazi) fue desmovilizada sin grandes problemas. Pero ¿qué había que hacer entonces con los miembros de las SS (la organización paramilitar del partido nazi, reconocida como organización criminal por el Tribunal de Núremberg)? Las SS contaban 900.000 individuos y, evidentemente, nadie habló de matarlos, ni siquiera de juzgarlos. Muchos de ellos sólo regresaron a sus lugares de origen, tratando de no llamar la atención.


La Balkenkreuz, una versión estilizada de la Cruz de Hierro, era el emblema de la Wehrmacht.

Pero los oficiales de las SS fueron recuperados en masa por Estados Unidos para utilizarlos en la lucha contra la Unión Soviética, ya fuera para sabotear su economía o para instalar regímenes anticomunistas en los lugares del «mundo libre» donde se presentara la ocasión. Algunos rechazaron la paz y prosiguieron la guerra durante 2 años más. Estos últimos fueron llamados «lobos solitarios», una expresión que ha resurgido en nuestros días.

Los artífices del «reciclaje» de las Schutzstaffel fueron el primer director de la CIA, Allen Dulles, y su hermano, el secretario de Estado John Foster Dulles. No se supo del asunto hasta que el Congreso de Estados Unidos descubrió la envergadura y las consecuencias de aquella operación. Las comisiones Church y Nedzi-Pike, así como la Comisión Presidencial sobre las actividades de la CIA en Estados Unidos, demostraron los hechos de manera irrefutable a partir de 1975. El presidente James Carter decidió entonces poner fin a aquel programa mientras que el almirante Stansfield Turner se encargaba de «limpiar» la CIA.

Cúpula de líderes de las SS en Berlín, de izquierda a derecha (sin contar al primer individuo): Dr. Karl Ritter von Halt (sin uniforme), Reinhard Heydrich, Heinrich Himmler, Kurt Daluege, Karl Wolff

La imagen que la opinión pública retiene es que durante unos 30 años Estados Unidos fue una criptodictadura donde cientos de miles de ciudadanos fueron perseguidos al extremo de no poder ejercer tal o más cuál profesión mientras que se espiaba a millones de estadounidenses. Pero la opinión pública ha olvidado que países tan diversos como Arabia Saudita, Bolivia, Sudcorea, Guatemala, Filipinas e incluso Taiwán vivían bajo crueles dictaduras y que esas dictaduras se mantenían en el poder gracias a la «experiencia» de los SS «reciclados» por la CIA. Los programas de manipulación mental, los experimentos con uso de drogas y las escuelas de torturadores se mencionan a veces separadamente, cuando en realidad todo eso era parte de un conjunto coherente que prologaba lo que se ha designado como la «ciencia nazi».

Es por lo tanto importante reflexionar ahora sobre la solución del problema de los yijadistas para evitar que se reproduzca con ellos el mismo error y preservar a nuestros hijos de una prolongación de los crímenes de Daesh.

Cierto es que la situación actual es diferente a la del fin de la 2GM. Por un lado, parece más fácil ya que los yijadistas son mucho menos numerosos que los SS. Sin embargo, es también más compleja ya que, al final de la 2GM, Hitler había sido derrotado, pero no ha sucedido lo mismo con los patrocinadores de los yijadistas.

1. Pasemos por alto a los que huyen de manera aislada. Esos no pasan de ser un asunto de la policía.

2. También están los que escapan en grupos y tratan de hacerse con nuevos territorios donde convertirse en líderes, ya sea en las cercanías del antiguo califato, o en sus países de origen, pero sin participar en una estrategia global.
  • Unos 200 se han replegado hacia la provincia siria de Idlib, bajo control de al-Qaeda, donde se enfrentan a diferentes grupos armados.
  • Otros se replegaron hacia África. Están presentes en el Sinaí, donde luchan contra la alianza militar egipto-israelí. También están presentes en Libia, donde controlan la región de Tripolitania, y en Nigeria, donde se enfrentan a la alianza entre ese país y Chad.
3. Pero la mayor parte de los yijadistas de Daesh se ha divido en 2 grupos a los que Estados Unidos a través de los anarquistas kurdos y Turquía están tratando como combatientes profesionales, ofreciéndoles un futuro como mercenarios.
  • a) El primer grupo es el que el representante de Estados Unidos ante la coalición internacional contra Daesh, Brett McGurk, y el general estadounidense Joseph Votel recuperaron para convertirlos en la mitad de los efectivos de una «Fuerza de Seguridad Fronteriza Siria». El secretario de Defensa James Mattis se pronunció contra ese proyecto y esa fuerza no ha llegado a crearse. Esos hombres están en la localidad de Kasham, cerca de una base secreta estadounidense en suelo sirio. La semana pasada, el Partido de la Unión Democrática (PYD), o sea el partido comunista kurdo creado en Siria, amnistió a esos yijadistas y comenzó a incorporarlos a su brazo armado, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), lo cual fue denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el embajador de la Federación Rusa, Vasily Nebenzya. Dado el hecho que las YPG están siendo oficialmente armadas y asesoradas por militares estadounidenses, los yijadistas amnistiados por el PYD kurdo se encuentran de hecho bajo el mando del Pentágono, a pesar de que no ha llegado a crearse la «Fuerza de Seguridad Fronteriza Siria».
  • b) El segundo grupo de yijadistas ha sido reciclado por el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan bajo la bandera del «Ejército Libre Sirio» (ELS). Presentado en 2011 por la prensa atlantista como una fuerza de desertores del Ejército Árabe Sirio, el llamado «Ejército Libre Sirio» se componía en realidad de libios miembros de al-Qaeda bajo la dirección de militares franceses. Dispersado antes por dos veces, el «Ejército Libre Sirio», o más bien su etiqueta, reaparece ahora junto a las tropas turcas que arremeten contra Afrin, en suelo sirio. En todo caso, la división de los yijadistas entre en un grupo que lucha junto a los anarquistas kurdos de las YPG apadrinados por Estados Unidos y otro que lucha contra los kurdos, junto las tropas de Turquía, es muestra del desmoronamiento de la alianza turco-estadounidense.

Ejército Libre Sirio

En todo caso, la división de los yijadistas entre en un grupo que lucha junto a los comunistas kurdos de las YPG apadrinados por Estados Unidos y otro que lucha contra los kurdos, junto a las tropas de Turquía, es muestra del desmoronamiento de la alianza turco-estadounidense.
  • Brett McGurk fue miembro del equipo de John Negroponte y Donald Rumsfeld que concibió y organizó el Emirato Islámico en Irak (lo que luego sería Daesh) para romper la unidad de la resistencia iraquí contra la ocupación militar estadounidense y convertirla en una guerra civil entre sunitas y chiitas.
  • Al inicio de su carrera política, cuando era uno de los dirigentes de la Millî Görüş —organización islamista iraquí-germano-turca creada por el iraquí Izzat (Ezzet) Ibrahim al-Douri (el Gran Maestro de los Naqshbandiyya) y el turco Necmettin Erbakan—, Recep Tayyip Erdoğan supervisaba el suministro de armas a los yijadistas chechenos que operaban contra Rusia. Mucho más tarde, siendo ya primer ministro, el propio Erdoğan ayudó a los yijadistas que luchaban contra la República Árabe Siria y apoyó a Daesh sin reservas.
Izzat Ibrahim al-Douri


En todo caso, la repartición de yijadistas parece depender tanto de las oportunidades surgidas como de los orígenes étnicos de esos elementos. Por ejemplo, Abdullah Sufuni, ex-emir de Alepo, al parecer se pasó al bando de Estados Unidos para vengarse por las pérdidas sufridas durante la intervención turca en Iraq. Por su parte, los yijadistas provenientes del Cáucaso se ponen del lado de Turquía porque mantienen estrechas relaciones con ese país desde hace 30 años.

4. Aunque el Pentágono ha renunciado a crear un estado para bloquear la vía de comunicación que conectaría la región del Mediterráneo con Irán y China, eso no quiere decir que abandone la estrategia del almirante Arthur Cebrowski tendiente a destruir las sociedades y estados del «mundo no globalizado» y algunos combatientes de Daesh han sido recuperados para seguir adelante con ese plan, utilizándolos como fuerzas especiales de sustitución.

En ese contexto, los ejércitos de Estados Unidos han trasladado yijadistas al subcontinente indio, Afganistán, Pakistán, la India, Bangladesh y Myanmar (pero no a Sri Lanka), como ha revelado Zamir Kabulov, enviado especial del presidente Vladimir Putin en Afganistán.

El jefe del estado mayor iraní, general Mohammad Bagheri, ha confirmado que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos estaba trasladando parte de los miembros de Daesh de Iraq y de Siria hacia Afganistán. El presidente de Irán, el jeque Hasán Rouhaní, incluso se comunicó telefónicamente con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para confirmarle esa información. Posteriormente, al dirigirse a la prensa, el propio Rouhaní reveló que propuso a Afganistán la ayuda de Irán contra los yijadistas proestadounidenses de Daesh.

Según el senador pakistaní Rehman Malik, la India establecería una alianza entre los yijadistas y el Rastriya Swayamsevak Sangh, la milicia del primer ministro indio Narendra Modi. El objetivo sería infiltrarse entre los insurgentes musulmanes de Cachemira para acabar con ellos. El RSS, es el grupo que asesinó al Mahatma Gandhi y tiene una larga tradición de extrema violencia. Rehman Malik no es un simple senador sino que fue nombrado jefe del contraespionaje pakistaní por Benazir Bhutto y se convirtió después en ministro del Interior. Ahora acaba de iniciar un procedimiento para que la ONU lleve el caso a la Corte Penal Internacional y lograr que el primer ministro indio Narendra Modi sea juzgado.

El RSS, es el grupo que asesinó al Mahatma Gandhi y tiene una larga tradición de extrema violencia

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid bin Ra'ad, declaró la semana pasada que la crisis de los rohinyás en Myanmar podría convertirse en un conflicto regional. Si eso llegara a suceder, el conflicto comenzaría por Bangladesh y Malasia, donde residen numerosos refugiados.
Zeid bin Ra'ad

También se cuentan varios cientos de yijadistas que han regresado a Latinoamérica. Originarios principalmente de Trinidad y Tobago, estos elementos trataron de organizar un gran atentado que debía tener lugar en pleno carnaval, los días 13 y 14 de febrero. Pero fueron arrestados 5 días antes de la fecha prevista para la operación. La misión del comando detenido era reactivar la tradición islamista en ese archipiélago caribeño, siguiendo la línea del fallido golpe de Estado de julio de 1990. Y posteriormente debían aprovechar la situación de desorden creada por la extrema derecha en Venezuela para sumir ese vecino país en una guerra comparable a la de Siria.

Combatir la ideología del Califato
Al final de la 2GM, los occidentales fracasaron en la reinserción de los antiguos miembros de las SS, pero sí lograron erradicar, casi en todas partes, la ideología que habían defendido: el nazismo. Esa ideología se mantuvo sólo a través de los SS reciclados en las redes stay-behind, encargadas de sabotear la economía soviética en los países bálticos y en Ucrania, tierras donde hoy está resurgiendo.

En el momento de su creación, las Naciones Unidas fueron ante todo una coordinación internacional para la desnazificación y la lucha contra la propaganda de guerra. Todos sus miembros prohibieron los símbolos y las publicaciones nazis. El partido nazi, NSDAP, fue disuelto y se censuró la propaganda de guerra.

En cambio, hoy en día, nadie, con excepción de la Federación Rusa y sus aliados, parece interesado en luchar contra la ideología del islam político ni contra su partido: la Hermandad Musulmana.

Veamos un ejemplo. En Francia existe una institución encargada de representar a los musulmanes del país. El Estado francés logró introducir en esa institución 2 representantes de la Hermandad Musulmana y sacar de la presidencia a un funcionario argelino para poner en su lugar un miembro de la Millî Görüş turca. Al mismo tiempo, Francia organiza una campaña de prensa a escala mundial contra Tariq Ramadan, nieto del fundador de la Hermandad Musulmana, actualmente objeto de una acusación de índole criminal. Lo que se busca es focalizar el debate sobre une persona en particular y sacar ese símbolo incómodo de la vista del público, sin enfrentar por ello la ideología de la cofradía.

La Hermandad Musulmana ya fue disuelta, en Egipto, al final de la 2GM, tanto por haber perpetrado asesinatos políticos en ese país como por haber entregado información de inteligencia a la Alemania nazi. Pero no se hizo nada contra su ideología. Peor aún, el MI6 británico aprovechó el encarcelamiento de los principales dirigentes de la Hermandad Musulmana para reorganizarla en función de sus propios intereses. Y nada cambió. Después del desastroso episodio que fue la presidencia de Mohamed Morsi, Egipto volvió a prohibir la Hermandad Musulmana. Pero el presidente Abdelfatah Al-Sisi, preocupado por la pacificación de su país, deja que su esposa se pliegue a la «obligación» de portar el velo islámico, que no tiene nada que ver con el islam y que apareció solamente con los califas de Bagdad.

Los iraquíes y los sirios acaban de poner fin al Califato de Daesh, pero la batalla está lejos de haber terminado. Parte de los yijadistas prosiguen su misión y su ideología sigue tratando de ganar adeptos sin que nadie se decida a enfrentarla.

Hay que decirlo otra vez: a los occidentales, les resulta difícil abandonar un instrumento tan útil para su estrategia.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article199705.html

Pedófilos, drogadictos, locos y con tendencia al suicidio: así eran los ideólogos de género...

Atormentados por traumas infantiles, prácticas sexuales degeneradas y odios obsesivos a la figura del padre, lo más increíble es que las doctrinas de los ideólogos de género han logrado colarse hoy en las aulas de universidades y colegios.

Cuatro de los principales ideólogos de género: 
Wilhelm Reich, Margaret Sanger, Michel Focault y Margaret Mead

Es como si alguien hubiera abierto las puertas del manicomio y las teorías de sus locos más célebres se convirtieran en doctrina mundial. Ya no hay nada objetivo —ni siquiera la diferenciación biológica XX o XY— que determine si somos hombre o mujer. Cada uno, y sólo cada uno, decide lo que es. Así lo dictaron los ideólogos de género y los profetas del pansexualismo, unos tipos cuyos postulados fueron difundidos antes de probar la camisa de fuerza... 
La pedofilia, la zoofilia, la drogadicción más salvaje y al final, en muchos casos, el suicidio. La excepción, y no parece casualidad, es la de quienes lograron llevar una vida plácida. Atormentados por traumas infantiles, prácticas sexuales degeneradas y odios obsesivos a la figura del padre —al varón en general— las doctrinas de los ideólogos de género han logrado colarse hoy en las aulas de universidades y colegios de un occidente que desde hace décadas navega a la deriva.

El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, acabó como una «cabra»


No sólo es la rebelión contra la familia, ni la imposición del relativismo y la corrección política, es sobre todo la guerra sin cuartel contra la Naturaleza (Dios), contra la realidad más evidente. El triunfo de la voluntad, del yo.

Todo se puede negar porque no hay nada fuera de nosotros que sea objetivo, decía Friedrich Nietzsche, el filósofo del que parten todos los entusiastas de género.

Terapias sexuales
Dios ha muerto, sostiene el pensador alemán, y si Dios ha muerto también ha muerto la naturaleza creada por él. Así que nada define lo que soy, sólo yo puedo hacerlo. Nietzsche, por cierto, acabó en un manicomio los últimos años de su vida.

Y hasta en eso le siguieron muchos de los ideólogos de género que, además de partir de la filosofía nietzscheana, desarrollaron verdaderas patologías y acabaron sus días en un psiquiátrico. Es el caso del médico alemán Wilhelm Reich.

Marxista y gran precursor de la revolución sexual, fue un gran masturbador compulsivo desde los 6 o 7 años. Más tarde practicaría la zoofilia. Algo le marcaría para siempre: el suicidio de su madre tras descubrirse que mantenía relaciones sexuales con un niño de 13 años. Reich culparía de lo ocurrido a su padre, de ahí su posterior odio al patriarcado.

Años más tarde este psiquiatra utilizaría sus clínicas para abusar de las mujeres que participaban en sus «terapias sexuales». Reich moriría en la cárcel en 1957 tras haber sido diagnosticado de paranoia y esquizofrenia progresiva.

Ortodoxia comunista
Una vida parecida llevó el filósofo francés Michel Focault, considerado uno de los mayores referentes de la ideología de género.

Homosexual, militante del Partido Comunista, tuvo una juventud un tanto convulsa durante la cual fue iniciado en el sadomasoquismo homosexual y el consumo de drogas de todo tipo durante su etapa en EEUU. Intentó suicidarse en varias ocasiones y murió a causa del sida en 1984.
Otro filósofo comunista francés, Louis Althusser, no acabó muy bien que digamos. En 1980 estranguló a su esposa Hélène, lo que motivó su internamiento en un hospital psiquiátrico.

Hoy todos hablan de Planned Parenthood, la gran multinacional estadounidense que promueve el aborto en todo el mundo.

Su fundadora, Margaret Sanger, abandonó a sus hijos debido a su ninfomanía. Gran entusiasta de la eugenesia y el control de la población —especialmente entre la población inmigrante y las clases sociales más bajas—, llegó a coquetear con el racista Ku Klux Klan. Murió en 1966 cuando ya era una alcohólica irrefrenable.
Para la feminista radical Shulamith Firestone, gran referente del feminismo y la ideología de género, la maternidad era «la opresión radical que sufre la mujer». Pasó varios años en una clínica psiquiátrica —sufría esquizofrenia— y en 2012 fue encontrada muerta en su casa.

Cuatro amigas, tres se suicidaron
Desde luego, la aportación de las feministas a la ideología de género ha sido muy activa. Otra que destacó por su radicalismo fue Kate Millet, de ideas maoístas, que se convirtió al lesbianismo no por impulso sexual, sino por odio a los varones. Gran defensora del totalitarismo, llegó a decir que «lo privado también es político». Al final de su vida fue internada en un psiquiátrico y pidió vigilancia las 24 horas porque ella misma era consciente de su impulso incontrolable al suicidio.

Muy cercana a Millet fue Elizabeth Fisher, que sí logró suicidarse y que ha pasado a la historia como la pionera en fundar un periódico feminista en los Estados Unidos, Aphra. Este grupo de amigas feministas lo completan la cubana María del Drago y Ellen Frankfurt, ambas también se quitarían la vida.

Otra mujer y no menos importante que las anteriores fue la filósofa feminista Simone de Beauvoir. La compañera sentimental del existencialista Sartre defendía que la mujer no nace, sino que se hace, siendo en realidad «una construcción social». La muerte por causas naturales de la pensadora francesa fue una excepción entre la multitud de suicidios de otros autores.

La filósofa feminista, Simone de Beauvoir

Tampoco se quitó la vida la antropóloga Margaret Mead. Su gran aportación al progresismo y el marxismo cultural fue el concepto de género como construcción social que sería introducido en la psicología y la sexología de los años 50.

Un paraíso del progresismo más represivo
Para Mead los roles sexuales variaban según las culturas, es decir, eran construcciones culturales. Por eso daba a entender que no había propiamente hombres ni mujeres, algo que justificó en el polémico libro «Adolescencia, sexo y cultura en Samoa», publicado en 1928.

Como sucedería con otros ideólogos de género el paso del tiempo destapó su fraude. En los años '80 se demostró que lo que había escrito no tenía validez alguna, ya que el paraíso samoano era en realidad una sociedad muy represiva desde el criterio progresista.

El rigor tampoco era el fuerte del sexólogo de la Universidad de Indiana, Alfred C. Kinsey, que causó un enorme revuelo cuando dio a conocer el resultado de uno de sus estudios: el 37% de los hombres ha experimentado alguna vez un orgasmo homosexual a partir de la adolescencia. A esta conclusión llegó tras realizar 5.300 entrevistas personales.

El gran fraude de Kinsey, como luego se descubrió, fue que las entrevistas las llevó a cabo sólo entre la población reclusa. Más tarde también se supo que practicó la pedofilia y promovió el sadomasoquismo en la Universidad de Indiana.

El antropólogo francés Georges Bataille

Igual de perturbado estaba el antropólogo francés Georges Bataille. Aunque al principio estudió para sacerdote, muy pronto abandonó ese camino para acabar afirmando que sus verdaderas iglesias eran los burdeles de París.

Fue un partidario del satanismo orgiástico y fundó una sociedad secreta para practicar decapitaciones —no se llevaron a cabo aunque no faltaron voluntarios— y sexo ritual.

Afortunadamente no todos se suicidaron. Germaine Greer, autora de «El eunuco femenino» en 1970, acabó participando en la edición británica de «El Gran Hermano» antes de renegar del feminismo. Aún vive.

CONSENSO ENTRE SIRIOS EN SOCHI

El Congreso del Diálogo Nacional Sirio no solucionó el conflicto, pero barrió a los grupúsculos que pretendían representar a los sirios cuando realmente están al servicio de Occidente. También arrojó un consenso, al que llegaron los representantes de casi todos los sirios, y decidió la creación de una Comisión Constituyente. Las bases para la paz están creadas, pero sin los occidentales.


Por primera vez desde el inicio del conflicto, en 2011, 1.500 delegados sirios de todos los orígenes y confesiones y de casi todas las opiniones políticas se reunieron en una conferencia, que se desarrolló en Sochi: el Congreso del Diálogo Nacional Sirio.

Esta iniciativa del presidente Vladimir Putin estuvo patrocinada por Irán, Rusia y Turquía. Fue denigrada e incluso rechazada, sin motivo justificado, por las demás potencias implicadas en la guerra. De hecho, la idea misma de una conferencia intersiria las excluía del proceso de paz.

¿Fue un Congreso representativo de las minorías?
Los partidarios de la guerra ejercieron múltiples presiones para evitar que este congreso fuese representativo del pueblo sirio. Los extranjeros, incluyendo a los rusos, creen que Siria alberga una serie de minorías que aspiran a la autonomía. Se hallarían en ese caso los curdos y los drusos. Pero esa visión de las cosas no tiene en cuenta en qué consiste el proyecto sirio desde hace varios miles de años.

El territorio asiático que se extiende desde el oeste del Éufrates hasta el Sinaí está poblado por una multitud de minorías. Entre ellas están ciertamente los curdos y los drusos, pero también se cuentan entre esas minorías los turcomanos, chechenos, georgianos, beduinos, armenios, etc., etc… Todas esas minorías étnicas se componen a su vez de minorías religiosas de confesiones muy antiguas, como la de los alauitas —cristianizados y posteriormente islamizados—, cristianos de todo tipo de iglesias y musulmanes sunitas y chiitas. Situado entre los cinco mares, este territorio es un lugar de paso obligado, tanto para comerciantes como para conquistadores.

A lo largo de su historia, estos pueblos abrazaron un proyecto común y ese proyecto se llama Siria. Aprendieron que se necesitan entre sí para resistir frente a todo tipo de invasores. En todas partes se mezclaron, tanto que al principio del siglo XX ninguna minoría se identificaba con alguna región en particular. Fueron los colonizadores británicos y franceses quienes pretendieron convertir Palestina en «hogar judío», el Líbano en un Estado cristiano y Jordania en país musulmán. En todo ese vasto espacio, sólo Siria conservaba, hasta hace no más de 10 años, esta profunda mezcla de etnias y credos.

Al preparar el Congreso de Sochi, los diplomáticos rusos pensaron primeramente, de forma espontanea, que para restaurar la paz bastaría con federalizar el país, asignando una parte a cada una de sus minorías. La conferencia iba a llamarse inicialmente «Congreso de los Pueblos de Siria». Pero, al conversar con unos y otros, tomaron conciencia de que la Historia de Siria es diferente a la de Rusia y de que, geográficamente, no es posible federalizar este país, que se basa precisamente en su mezcla de etnias y religiones. Por el contrario, los israelíes siguieron adelante con la idea de separar a los curdos de los árabes, los franceses siguen queriendo establecer diferencias entre cristianos y musulmanes, etc. Al proceder de esa manera, esos actores exteriores estaban situando sus acciones en la continuidad del Acuerdo Sykes-Picot, conocido oficialmente como el Acuerdo de Asia Menor.


Instigados por esas potencias, los curdos del PYD —el partido kurdo al que pertenecen las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG)— boicotearon el Congreso de Sochi. Pero, contrariamente a la imagen que se ha divulgado en Occidente, aunque el PYD es el único partido político exclusivamente curdo existente en Siria, también resulta que esa organización es minoritaria entre los kurdos de Siria. En la cultura nacional, todo partido de carácter étnico es ilegítimo y el PYD es una excepción.

En todo caso, los participantes en este congreso eran todos personas electas por sufragio universal, o líderes de asociaciones, o personalidades reconocidas. Las invitaciones se distribuyeron de la manera más amplia posible, para no olvidar a nadie.

¿Fue un congreso representativo de las opiniones políticas?
Cada una de las potencias implicadas en el conflicto apadrina a sirios encargados de representar sus intereses. Al principio, Turquía y Arabia Saudita organizaron y financiaron el «Consejo Nacional Sirio» en Estambul. Más tarde, cuando entra en juego Qatar, esa entidad se convirtió en la «Coalición Nacional de las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución». A medida que se desarrollaban los acontecimientos aparecieron otros grupos, cada uno directamente manejado por un actor extranjero.

Bandera de Siria usada generalmente por la oposición

Un grupo se negó de antemano a participar en el Congreso de Sochi, el Alto Comité para las Negociaciones, que, contradiciendo lo que su nombre parece estipular, rechaza toda negociación. Ese «Comité» tiene su sede en Riad y representa los intereses sauditas —que, en el seno de la población siria, son supuestamente los intereses de las tribus beduinas del desierto que abarca territorios pertenecientes a Siria, Iraq y Arabia Saudita. Ese «Alto Comité de Negociaciones», que ante las cámaras de televisión despliega una retórica demócrata, en realidad promueve los valores del desierto: el tribalismo, la religión única y el rechazo a la Historia.

La ausencia del «Alto Comité de Negociaciones» en Sochi muestra que es imposible extender a toda Siria los valores de su minoría beduina. Sin embargo, la coexistencia no es imposible, de hecho ya existió en el pasado una alianza entre el reino saudita y la República Árabe Siria. Es precisamente por esa razón que Riyad Farid Hijab —baazista hasta que los servicios secretos franceses lograron captarlo— preside el «Alto Comité». En Siria, Riyad Farid Hijab fue gobernador, ministro y presidente del Consejo de Ministros (no primer ministro como afirman los medios occidentales, que no entienden el sistema presidencial sirio). Proveniente de la misma tribu beduina que el rey de Arabia Saudita, Riyad Farid Hijab ya había experimentado antes de la guerra la coexistencia como solución, y había obtenido total satisfacción.

Hubo otro grupo que también boicoteó físicamente el Congreso, pero no lo anunció hasta que llegó a Sochi, y autorizó a una tercera parte para que lo representara. Se compone principalmente de unos cuantos miembros de la Hermandad Musulmana y de turcomanos y cuenta con el respaldo de Turquía. Ankara, que vacilaba en sacarlo a la luz, lo estimuló a denunciar la parcialidad de los organizadores del Congreso —entre los que estaba… la propia Ankara. Así que ese grupo estuvo ausente del Congreso, pero extendió un poder de representación… a los diplomáticos turcos.

Sus miembros plantearon como pretexto que en el logo del Congreso aparecía la bandera de la República Árabe Siria y se excluía la de ellos —que en realidad es la bandera de la colonización francesa, utilizada aún por algún tiempo después de la independencia de Siria. Con esa actitud mostraban el callejón sin salida en el que ellos mismo se han metido. Al asimilar la bandera de Siria al partido Baaz y promover la bandera de la colonización expresaban su desdén por los héroes de la independencia y su propio sometimiento a la potencia que les paga: Turquía. Estos individuos se negaron a salir del aeropuerto de Sochi y, luego de hacer su show, regresaron a Estambul.

Los representantes de casi todas las facciones sirias adoptaron la declaración final y aprobaron la comisión constituyente —con excepción del «Alto Comité de Negociaciones» (patrocinado por Arabia Saudita) y del PYD (kurdos patrocinados por Francia).

¿Se adoptaron en este congreso acuerdos intersirios?
La respuesta es «no»… pero, de hecho, sí. La Declaración Final de 12 puntos no contiene nada nuevo. Pero la firmaron todas las facciones sirias, exceptuando sólo el PYD kurdo y el Alto Comité de Negociaciones, ausentes porque optaron por no participar en el Congreso. Algunos delegados de la oposición externa abuchearon al ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, mientras pronunciaba su discurso introductorio. Sin embargo, después de ese comportamiento infantil, cuyo único objetivo era llamar la atención ante las cámaras de las agencias occidentales, adoptaron la Declaración.

Incluso imaginando que los dos grupos ausentes fuesen mucho más representativos de lo que en realidad son, los participantes en el Congreso representaban como mínimo al 90% de los sirios, lo cual invierte por completo la ecuación diplomática. Aunque trataron de ridiculizar esta iniciativa, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia no pueden ignorar el consenso demostrado en Sochi.

Hace 6 años que las facciones sirias venían discutiendo sin resultados. Eso es consecuencia, única y exclusivamente, de la existencia de un plan secreto, respaldado sucesivamente por la administración Obama y por la alta jerarquía de la ONU. Ese plan secreto buscaba la capitulación total e incondicional de la República Árabe Siria y el ascenso de la Hermandad Musulmana al poder, bajo la protección de la OTAN.

El Congreso de Sochi no adoptó ninguno de los puntos que aparecen en el Plan Feltman.

Los participantes en el congreso decidieron, además, crear una comisión constituyente que contará 150 delegados designados por Ankara, Moscú y Teherán.

Los participantes en el Congreso de Sochi, representantes de la casi totalidad de los sirios, aplauden cuando Staffan de Mistura, representante especial del secretario general de la ONU, reconoce la declaración final del congreso y la creación de la comisión constituyente.

¿Influirá el Congreso de Sochi en las negociaciones de Ginebra?
Esperando sabotear el proceso de paz, Francia organizó en París, el 23 de enero, una conferencia contra el presidente Asad. Se trataba de apoyar los informes de la Misión de la ONU sobre las Armas Químicas para acusar a Bashar al-Asad e impedir que sea candidato a continuar dirigiendo a sus conciudadanos. El mensaje del encuentro de París puede resumirse de la siguiente manera: Democracia sí… pero sin Asad. No está de más recordar que la Misión de la ONU se negó a verificar in situ los elementos que presentó y que el Consejo de Seguridad rechazó sus informes.

Observemos también que Turquía no se limitó a representar a la delegación siria que envió de regreso a Estambul. Adepta del doble discurso y de los cambios de postura de último minuto, Turquía, coorganizadora del Congreso de Sochi, participó también en el encuentro de París.

Para que el consenso de Sochi tenga impacto en el terreno, tiene que contar con el aval de la ONU. Eso explica las maniobras tendientes a separar a las Naciones Unidas de ese proceso.

Sin embargo, a despecho de lo que algunos esperaban, Staffan de Mistura, el representante especial del secretario general de la ONU, fue a Sochi, reconoció la legitimidad del Congreso allí realizado y dio la bendición de su organización a la Comisión Constituyente. Si no da marcha atrás, se trata de un paso decisivo para la aplicación del plan que Asad había presentado el 12 de diciembre de 2012, plan que la comunidad internacional adoptó como Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU. Se trata también, por consiguiente, de una gran derrota para el número 2 de la ONU —el estadounidense Jeffrey Feltman— que viene actuando por debajo de la mesa desde hace 6 años —o más bien 13 años, aunque desde otras funciones— para forzar la República Árabe Siria a una capitulación incondicional.

¿Qué consecuencias diplomáticas tiene el Congreso de Sochi?
Las potencias que trataron de minimizar la importancia del Congreso de Sochi, porque temían que demostrara el papel central de Rusia y sus aliados —Turquía e Irán—, han perdido la apuesta. Nadie había sido capaz, hasta ahora, de reunir en un lugar tantas personalidades representativas del pueblo sirio. Nadie había logrado tampoco que grupos del interior de Siria y del exterior adoptaran un documento común. Sí, Rusia y sus aliados ocupan la posición central en el tablero, mientras que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Arabia Saudita se excluyeron por sí mismos.

Arabia Saudita y Francia son los grandes perdedores de esta operación. El Alto Comité de Negociaciones, único representante de la oposición siria en las conversaciones de Ginebra, se ve ahora obligado a competir con el consenso de la casi totalidad de los sirios. El PYD, que Francia había logrado presentar —manipulando la imagen de las YPG— como representante de los kurdos de Siria, ha resultado no ser más que una de las tantas formaciones existentes, sin más representatividad política que la que le procuran las armas que le regala el Pentágono.

Fuente: http://www.voltairenet.org/article199565.html#nh3

La «ENTENTE CORDIALE» FRANCO-BRITÁNICA

La reactivación del Tratado de Lancaster House entre Londres y París, que prácticamente no se ha mencionado en la prensa occidental, instaura una súper «Entente cordiale» mucho más profunda que la de 1904. Ese arreglo es parte del restablecimiento de un mundo bipolar y acabará provocando inevitablemente que Francia salga de la Unión Europea y un regreso a las tensiones entre París y Berlín.



En 2010, el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolas Sarkozy decidieron unir las «fuerzas de proyección» del Reino Unido y Francia. La fórmula «fuerzas de proyección» en realidad designa a las antiguas tropas coloniales.

El Tratado de Lancaster House incluía varios anexos, entre los que aparecía la realización de un gigantesco ejercicio conjunto designado Southern Mistral. Meses más tarde aquel ejercicio se convirtió en una verdadera movilización de las «fuerzas de proyección» en una guerra real contra Libia, que se denominó Opération Harmattan, traducción literal al francés de Southern Mistral.

En aquella época, Washington piloteaba aquella iniciativa anglo-francesa, en aplicación de la estrategia del «liderazgo desde atrás». Eran las tropas británicas y francesas las que salían a escena mientras que Washington, entre bambalinas, les asignaba misiones precisas.

El Tratado de Lancaster House apuntaba a crear un marco jurídico para intervenciones como la que ya se planeaba contra Libia y a fusionar las fuerzas francesas y británicas en aras de ahorrar fondos y ganar en eficacia. Esa opción constituye una verdadera revolución ya que se trata de instaurar una política exterior común.

Pero el impulso adquirido con el Tratado y la expedición contra Libia fue decayendo debido a la inquietud de la opinión pública y de los diplomáticos británicos, causada por la resistencia iraquí frente a la ocupación militar anglosajona. Así que, a partir de 2004, el Reino Unido comenzó a preparar una nueva «rebelión árabe», como la de 1915, que esta vez habría de llamarse «primavera árabe», y posteriormente en 2013 se negó a bombardear Damasco.

En este momento, Londres se halla inmerso en la reorganización de su defensa, debido al Brexit, a la negativa de Donald Trump a seguir manipulando el terrorismo islámico y a la implantación rusa en Siria.

Londres ha comenzado firmando acuerdos bilaterales con Dinamarca, Holanda, Noruega y los países bálticos, acuerdos donde se plantean las bases de posibles acciones comunes para el futuro. Después, comenzó a reorganizar las redes yijadistas del Medio Oriente alrededor de Turquía y Qatar. Facilitó el acercamiento militar entre Turquía, Somalia, Sudán y Chad, y finalmente, apoyándose en el Tratado de Lancaster House, ahora está instaurando una súper «Entente cordiale» con Francia.

Aunque el Tratado original negociado entre David Cameron y Nicolas Sarkozy podía parecer sólo una oportunidad de librar la guerra contra Libia, su actual reactivación por parte de Theresa May y Emmanuel Macron es resultado de una decisión sopesada y adoptada con una visión de largo plazo. Esta nueva etapa ha sido negociada por el mentor del presidente francés Macron, que no es otro que Jean-Pierre Jouyet, nuevo embajador de Francia en Londres.

El Reino Unido y Francia son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y disponen, también los dos, de armas atómicas. Juntos, cuentan con un presupuesto militar que sobrepasa el de Rusia en un 30%, aunque es inferior a los de Estados Unidos y China.

Al optar por privilegiar su alianza militar con el Reino Unido, Francia se aleja de Alemania, que está preparando su propio rearme y desea asumir el liderazgo de los demás ejércitos europeos. Si este proceso sigue adelante, Francia también tendrá que salir de la Unión Europea, cuya dirección Alemania ya asume de hecho en este momento.

Las declaraciones del presidente francés Macron y la creación por parte de la jefa del gobierno británico Theresa May de una unidad militar de lucha contra las «mentiras rusas» anuncian el regreso a un mundo bipolar y la censura contra las noticias provenientes de Rusia.

El fin del «matrimonio» franco-alemán para pasar a una «Entente» franco-británica anuncia, por su parte, el regreso a las tan temidas tensiones entre Alemania y Francia.