La estrategia del golpe de Estado global

Si bien USA ha comenzado a tratar de economizar sus medios militares bajo la presidencia de Barack Obama, no por ello ha cesado de actuar militarmente en todo el mundo. La potencia imperial/(o Segunda Bestia de Apocalipsis 13) sigue disponiendo de un amplio sistema, a la vez abierto y secreto, que le permite intervenir casi en cualquier lugar del mundo, sistema que pone en marcha cada vez que se le ofrece la menor ocasión.



¿Qué relación existe entre sociedades geográficas, históricas y culturalmente lejanas, desde Kosovo hasta Libia y Siria, desde Iraq hasta Afganistán, desde Ucrania hasta Brasil y Venezuela? Lo único que tienen en común es el hecho de verse arrastradas por la estrategia global de USA, ejemplificada en la «geografía» del Pentágono, que divide el mundo en «áreas de responsabilidad». Cada una de esas áreas está «en manos» de uno de los seis «mandos combatientes unificados» de Estados Unidos:
—el Mando Norte (NorthCom) cubre Norteamérica,
—el Mando Sur (SouthCom) cubre Sudamérica,
—el Mando para Europa (EuCom) cubre la región que incluye la Unión Europea y Rusia,
—el Mando para África (AfriCom) cubre el continente africano,
—el Mando Central (CentCom) cubre el Medio Oriente y parte de Asia,
—el Mando del Pacífico (PaCom) cubre la región Asia/Pacífico.

A los 6 mandos geográficos se agregan otros 3 que operan a escala mundial:
—el Mando Estratégico (StratCom) a cargo de las fuerzas nucleares,
—el Mando de Operaciones Especiales (SoCom),
—el Mando de Transporte (TransCom).

Al frente del Mando Europeo [EuCom] se encuentra un general o un almirante nombrado por el presidente de USA. Este alto jefe militar useño asume automáticamente el cargo de Comandante Supremo de las fuerzas de la OTAN en Europa. La OTAN se ve así automáticamente incluida en la cadena de mando del Pentágono, lo cual implica que opera fundamentalmente en función de la estrategia de USA. Esa estrategia consiste en la eliminación de todo Estado o movimiento político-social que constituya una amenaza para los intereses políticos, económicos y militares de USA, país que, aunque sigue siendo aún la mayor potencia mundial, está perdiendo terreno ante la aparición de nuevos actores estatales y sociales.

United States European Command

Son numerosos los instrumentos de esta estrategia y van desde la guerra abierta —como los ataques de fuerzas aeronavales y terrestres contra Yugoslavia, Afganistán, Iraq y Libia— hasta las operaciones secretas realizadas en esos países y en otros, últimamente en Siria y Ucrania. 

Para la realización de estas operaciones, el Pentágono dispone de las fuerzas especiales, alrededor de 70.000 especialistas que «cada día operan en más de ochenta países a escala mundial». Y también tiene a su disposición un ejército secreto de mercenarios. En Afganistán, según documenta Foreign Policy, el número de mercenarios del Pentágono se eleva a 29000, o sea 3 mercenarios por cada soldado estadounidense. En Iraq hay unos 8.000… 2 mercenarios por cada soldado estadounidense.

A los mercenarios del Pentágono se agregan los de la tentacular comunidad de inteligencia, que incluye, además de la CIA, otras 15 agencias federales. Los mercenarios son doblemente útiles ya que pueden asesinar y torturar sin que tales actos se atribuyan a Estados Unidos. Y cuando resultan muertos en acción, sus nombres no aparecen en la lista de bajas. Además, el Pentágono y los servicios secretos disponen de grupos a los que arman y entrenan, como los grupos islamistas utilizados para atacar Libia y Siria desde adentro y los neonazis utilizados en el golpe de Estado de Ucrania.

Otra herramienta de esta misma estrategia son las «organizaciones no gubernamentales» (ONGs) que, disponiendo de enormes medios, son utilizadas por la CIA y el Departamento de Estado para montar acciones de desestabilización interna en nombre de la «defensa de los derechos ciudadanos». En ese marco se inscribe también la acción del grupo Bilderbergque el magistrado Ferdinando Imposimato denuncia como «uno de los responsables de la estrategia de tensión y masacres» en Italia— y la de la Open Society del «inversionista y ¿filántropo? George Soros», artífice de las «revoluciones de colores».

En la mira de la estrategia golpista de Washington están hoy Brasil, para torpedear al grupo BRICS, y Venezuela, para socavar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Para desestabilizar Venezuela, indica el SouthCom en un documento recientemente revelado, hay que crear «un escenario de tensión que permita combinar acciones callejeras con el empleo dosificado de la violencia armada».

Fuente: http://www.voltairenet.org/article191966.html#nh6

No hay comentarios:

Publicar un comentario